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martes, 27 de diciembre de 2011

Estómagos

Dibujo de RICARDO MARTÍNEZ

CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves 22 de diciembre de 2011

Mariano Rajoy se deja fotografiar con la cartera de presidente. Apunta el nombre de sus ministros en un cuaderno azul. Luego lo esconde en el fondo del maletín oficial, para que nadie sepa lo que pone antes de tiempo. Y desquicia a los ministrables.

Mariano Rajoy sonríe satisfecho. Un enjambre de fotógrafos le rodea en el hemiciclo del Congreso. Es el hombre del día. El hombre de los enigmas. Y nadie sabe a ciencia cierta su receta contra la crisis. Debe ser demasiado dolorosa. Debe doler hasta en el cielo de boca. Sólo sabemos que no habrá prejubilados, que seremos un país sin puentes, lleno de recortes, salvo para las grandes fortunas, que no pagarán impuestos especiales.

Quizá tema la reacción de los mercados. O la de la calle. Quizá tenga miedo de un estallido social si alguien lee lo que ha escrito en su cuaderno azul antes de tiempo. O le quite el sueño la posibilidad de no agotar la legislatura y que un tecnócrata ligado a Goldman Sachs le robe la cartera (de presidente). Eso también habría que preguntárselo. Pero Mariano Rajoy, que fue registrador de la propiedad en Villafranca del Bierzo y debe tener una mente muy ordenada, ha empezado su presidencia sin admitir preguntas en las ruedas de prensa.


Rajoy, en el Congreso, con la cartera de presidente. (Foto. Emilio Naranjo. EFE)

Yo le preguntaría qué libros le han marcado. Si no recordara ninguno, como le sucedió al candidato del PRI a la presidencia de México, échense a temblar. Si respondiera que Lectura insólita de El Capital, échense a temblar también.

Yo acabo de empezar La insoportable levedad del ser y me dan ganas de desaparecer del mundo una temporada para no tener que leer que el nuevo Gobierno se le ha indigestado a los descartados del PP. Que el PSOE vive sumergido en un mar de especulaciones sobre su liderazgo. Que los nacionalistas vascos se están preguntando si el titular del Interior será capaz de lidiar con el final de ETA. Y que los de la ceja están preocupados porque el Ministerio de Cultura se ha fusionado con el de Educación y seguramente quedará relegado a una Secretaría de Estado. La cultura cotiza a la baja, advierten. La cultura no interesa. Y me acuerdo de lo que decía Lorca. En los estómagos vacíos, no hay lugar para la poesía.

En los agradecidos, tampoco.

viernes, 23 de diciembre de 2011

El cayuco

Dibujo de ENEKO (blogs.20minutos.es)

UN CAYUCO de inmigrantes navega con sueños profundos. Viene de Mauritania o el Senegal, cargado de oportunidades, y siguiendo las corrientes del Océano Atlántico, se ve envuelto en un violento temporal que le hace zozobrar antes de tocar tierra en las Islas Canarias. Cuando los inmigrantes despiertan, el cayuco navega con el vientre lleno de piedras.


Publicado en la Antología de Escritores Bercianos. Narrativa breve (Instituto de Estudios Bercianos, 2008)

jueves, 22 de diciembre de 2011

Náufragos

De la web segunsanateo.blogspot.com

CUANDO la tripulación del pesquero recogió a los diecinueve náufragos de aquella patera hundida en el Mediterráneo, todos supieron que estaban rescatando lo mejor de sí mismos.


Publicado en la Antología de Escritores Bercianos. Narrativa breve (Instituto de Estudios Bercianos, 2008)

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Mierda de perro

Perfil de Tomie Smith, el atleta que denunció la discriminación racial
al subir al podio en los Juegos Olímpicos de México

CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves 15 de diciembre de 2011

El Ayuntamiento de Córdoba está pensando en analizar el ADN de la mierda de los perros para localizar a los dueños de los animales que cagan en la acera.

Escucho la noticia en Radio Nacional mientras voy conduciendo y me entran ganas de cambiar de dial y buscar un informativo menos frívolo. Desde luego, la caca abandonada en la calle por los perros, o mejor por los dueños de los perros, que son los que educan a sus animales domésticos —seguro que no les dejan defecar en el pasillo de casa— es un problema que debe resolverse cuanto antes por el bien de las suelas de los zapatos que calzan los viandantes. Pero analizar el ADN de la mierda para dar con alguien que no quiere recoger los excrementos de su mascota parece desproporcionado. Un chiste.

Inmigrantes senegaleses protestan en Florencia por la muerte de sus dos
compatriotas. (Foto EFE)

Y el dial de la radio no está para bromas. En Italia, a un militante de extrema derecha se le ha cruzado un cable y ha disparado a bocajarro contra tres manteros senegaleses que se ganaban la vida vendiendo en la calle. Dos han muerto y el pistolero se ha suicidado después en un aparcamiento. Ignoro si su cerebro ha quedado desparramado en el suelo, como la mierda de los perros. Y el informativo tampoco aclara si los Carabinieri se están planteando analizar su ADN para saber cómo nacieron sus ideas xenófobas, cómo creció su odio y cómo decidió expresarlo con una pistola.

Sigo moviendo el dial, en busca de un informativo más cercano. En Cacabelos, no tienen dinero para instalar luces de Navidad. Las calles están tristes cuando anochece. Y hasta es posible que un día de estos, Gas Natural Fenosa cumpla su amenaza y deje sin suministro eléctrico a tres colegios, a la Casa de la Cultura, con su Escuela de Música, y al Museo Arqueológico, porque el Ayuntamiento no puede pagar la factura.

Estoy aparcando. Voy pensando que con el dinero que le sobra al Ayuntamiento de Córdoba para analizar el ADN de la mierda que dejan los perros, o mejor, los dueños de los perros, el Ayuntamiento de Cacabelos podría calmar la voracidad de Gas Natural Fenosa, impaciente por cobrar lo que le deben. No sería una mala idea, me digo. Entonces salgo del coche y adivinen lo que piso.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Equilibrios

Tlaquepaque. Guadalajara. (A los funambulistas
de Ciudad de México no me atreví a fotografiarles)

CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Martes 6 de diciembre de 2011

Esta columna se la voy a dedicar a los alumnos de la Escuela Preparatoria número cuatro de Guadalajara, Jalisco, que el jueves me preguntaron por la muerte. Empiezo a pensar que fue un atrevimiento responderles.

En Guadalajara, la segunda ciudad más grande de México, hay un mercado cubierto que daría para escribir un reportaje sobre cada pasillo y cada puesto de mercancías. A diario, se pueden pasar por el mercado de San Juan de Dios hasta diez mil personas. Y allí se puede encontrar de todo y casi todo barato. Falsas zapatillas de marca, películas pirateadas, o equipos de alta fidelidad pasados de moda, frutas exóticas, verduras, vísceras sin refrigerar, o cerdos abiertos en canal, con el olor de la carne recién muerta. Siempre hay gente comiendo enchiladas y tacos y guacamole, y en todas partes, bullicio, desorden, olor a fritura, vida…


Mercado de San Juan. Guadalajara. México. 1 de diciembre de 2011
(Foto del autor de este blog)

Viéndoles, me vienen a la cabeza algunos recuerdos de la plaza de abastos de Bembibre, que no era tan grande, ni tan desordenada, pero hace treinta años tenía el mismo bullicio que el mayor mercado de Guadalajara.


Interior del mercado de San Juan.

Tres días después, en un cruce de la Ciudad de México, encuentro a tres funambulistas encaramándose unos encima de otros para conseguir unas monedas de los conductores parados frente a un semáforo en rojo. Antes de que se ponga ámbar, el castillo humano se ha derrumbado y los tres se ponen a salvo del tráfico. Sus equilibrios para ganar dinero son mucho más sofisticados que la venta de pañuelos en el cruce de La Puebla con Huertas de Sacramento, en Ponferrada, pero el resultado es el mismo. Ningún conductor baja la ventanilla.

José Manuel de la Huerga, el que escribe este blog y
Vicente Álvarez de la Viuda. 1 de diciembre de 2011

Vengo de Guadalajara y he visto otro tipo de bullicio más refinado en la Feria Internacional del Libro. Pasillos anchos, estanterías llenas de novelas, ensayos y libros de poemas. Premios Nobel, figuras en ciernes de la literatura, pensadores, poetas haciendo equilibrios entre enjambres de adolescentes, como los de la Prepa cuatro, que el jueves me preguntaron por la muerte. Sí. Medio centenar de adolescentes de un país donde la muerte es Santa y la vida es un bullicio permanente a pesar de la pobreza, la inseguridad y la sombra del narco, que mató a 20 personas justo antes de la feria, preguntándome por qué escribo sobre la muerte.

Escribo de la muerte porque forma parte de la vida, les dije ingenuamente. Como si no lo supieran ellos mejor que yo.

CUARTO CRECIENTE SALE LOS JUEVES

El Diario de León traslada Cuarto Creciente de día y de página. La columna pasa de los martes a los jueves y de la página 5 de Opinión (o la 7, o la 9, dependiendo de la profundidad del tema de A Fondo) a la página 4, (o la 6, o la 8), bajo la fotografía del día. El cambio es intrascendente para este blog, pero espero que a todos aquellos que os habéis acostumbrado a leerla en papel los martes no os cueste encontrarla. 

Epidermia

Del blog hankover.blogspot.com

CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Martes 29 de noviembre de 2011

Voy a escribirles un relato de vampiros. Voy a escribir que se acaba el café que hay en el tarro y se acaban los azucarillos que edulcoran el vacío.

No. No voy a escribirlo. Eso ya lo ha escrito Sara R. Gallardo. Y no quiero levantarle la piel.

Mejor voy a escribir un cuento de fantasmas. Un cuento de impúdica belleza. Aquí sólo hay polvo y viento. Y un agujero por donde se escapan las horas. Escribir. Aquí sólo hay muerte. Un río y una roca. Y una serpiente que se retuerce, a punto de morder. Ya siento el dolor de las agujas dentadas.

No. No voy a escribir que el mundo se acaba. Eso ya lo ha escrito Sara antes de que se le cayeran las tazas de las manos. Sara R. Gallardo, que nació en Ponferrada hace casi 22 años y es la autora de Epidermia, un poemario o una autobiografía fragmentada. La llamada de auxilio de una voz desgarrada, herida, que pronuncia palabras en busca de su sentido oculto.

Y no lo escribo yo. Lo escribe José Luis Piquero en el prólogo del libro que acaba de editar El Gaviero. Nadie se siente más viejo que el adolescente cuando de la infancia sólo quedan recuerdos arrugados, escribe el poeta asturiano desde Islantilla. Ochenta y nueve páginas de recuerdos arrugados. Fruto del dolor y del invierno. Fruto de la tierra baldía, de las lecturas de Sylvia Plath y T.S. Eliot, de Alejandra Pizarnik y de Anne Sexton.

Un libro hecho de retales. Hecho de remiendos. Hecho de girones y arañazos. Y alguna dentellada.

Mejor morir de sed que morir de lenguas nómadas, escribe Sara. Mis palabras de aceite, de cera de luna y de materias orgánicas. Y yo reproduzco.

Puedo postear tu ausencia, añade, como Neruda. Puedo seguir la dirección de las balas. Tengo licencia de armas y estoy apuntando más lejos.

El caos del pensamiento, escribe Piquero. Epidermia es un primer libro, dice. Un tanteo en busca de una voz. Un decir entrecortado. Una confesión. Un desafío.

Ochocientos ejemplares de un cuaderno de rastrojos, 666 marcados en rojo sobre papel de 100 gramos, cubierta de cartoncillo y letras de tipo Gill Sands y Garamond. Antes de volar a México para seguir el curso de un río, le eché un ojo al número 087 y se me ocurrió escribirles un relato de vampiros.

Pero ya lo había escrito Sara.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Frivolidades

Caricatura de Jago. De www.jagodibuja.com

CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Martes 22 de noviembre de 2011

Son las 21.59 del domingo 20 de noviembre y nadie se acuerda de la muerte de Franco. Suena la Lambada en la calle Génova y hay caras largas en Ferraz, silenciosa y ausente. Con el 70 por ciento de los votos escrutados, el PP obtiene los mejores resultados electorales de su historia y el PSOE se lleva su mayor batacazo.

A las 22.06, el portavoz del Gobierno reconoce la derrota. Recuerda que ETA ya no mata. Felicita a Rajoy y sin perder la sonrisa, cede la palabra al ministro del Interior. Tres millones de votos separan a los dos partidos que se han alternado en el poder desde la caída en barrena de la UCD en 1982.

Me distraigo un poco. Ojeo un periódico. Leo que hay muertos en la plaza de Tahrir. Y clima de guerra civil en Siria. Pero la televisión capta otra vez mi atención porque Rubalcaba se pone delante del potro de tortura. Aparece solo, muy solo, pero no dice que vaya a dejarlo. Insiste en que la crisis es global. Y de repente su voz se apaga y las mujeres que le rodean le abrazan.

Son las 22.26 y por el televisor se cuela Cayo Lara. «Tenemos una alegría en la casa de los pobres», afirma. Y cuando asegura que el crecimiento de Izquierda Unida es un logro colectivo, desconecto y leo otro titular. «Esclavos en el Amazonas. Miles de personas son explotadas en Brasil por poderosos empresarios agrarios». A Lara le falla el micrófono y cortan la conexión.


Rubalcaba y Rajoy, en una carictura de adn.es

A las 22.32, conectan con Génova. Aparece el hombre de la noche, dice la presentadora, y Rajoy se dirige «a todo el pueblo español». Serio y presidencial, afirma que gobernará al servicio de España y de los españoles. Y ya se le nota el marrón que tiene encima, el miedo a que se le dispare la prima de riesgo mientras habla de economía. «A veces las grandes naciones se distraen con cosas pequeñas», añade, sereno y contenido, para negar que el PP vaya a caer en sectarismos.

Cuando termina de hablar, mi vista tropieza con unas palabras de Nuria Amat, escritora, en la contraportada del dominical. «Me horroriza tener marido», dice. Y mientras Rajoy abandona la sala de prensa y se asoma al balcón —son las 22.52 y los militantes de su partido le piden al presidente electo que bote (con b de balón), entre banderas azules, banderas nacionales, gritos de orgullo por ser español, música de baile y carteles contra el aborto— me sumerjo en la lectura de un artículo frívolo (con v de voto) y apago el televisor.

domingo, 20 de noviembre de 2011

En saco roto


Dibujo de Guy Denning sobre el movimiento Occupy Wall Street.
(el "lienzo" que usa forma parte del mensaje)


CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Martes 15 de noviembre de 2011

Existen muchas clases de indignados. Están los que tiran pintura a los diputados y los que tratan de razonar con los policías antidisturbios cuando vienen a desalojarles.

Los hay que ocupan hoteles abandonados o instalaciones sin uso, como el Laboratorio Pecuario de León, y los hay que duermen en una plaza, en una tienda de campaña sobre un suelo de asfalto y organizan asambleas en los parques.

Un tercer grupo de indignados duermen en sus casas hipotecadas, o en sus pisos de alquiler, o en las viviendas de sus padres, y seguramente sean los más numerosos. Están igualmente enfadados.

Hay indignados anarquistas, libertarios sin futuro, sin trabajo, concienciados con la democracia asamblearia, y gente simplemente cabreada que no tiene ninguna ideología, pero tampoco tiene futuro, ni trabajo y está tomando conciencia de los nubarrones que nos acechan.

También hay muchos indignados con trabajo, agobiados por el banco y las facturas, preocupados por los recortes en la educación y en la sanidad públicas, mosqueados por las ayudas que reciben las entidades financieras que inflaron la burbuja inmobiliaria y que ahora son tan reacias a conceder créditos a las empresas.

"No hay democracia si gobiernan los mercados", se puede leer en esta
acuarela sobre los indignados (Del blog http://www.devueltaconelcuaderno.blogspot.com/ )

Todos ellos coinciden en algo. Están espantados porque vivimos sometidos a una nueva tiranía; nos gobiernan los mercados. Los inversores en bolsa y no los ciudadanos marcan hoy la política económica de los Estados. Los que especulan con el dinero no temen los estallidos sociales, obligan a tragarse sapos enteros a los representantes que hemos elegido, aunque la opinión pública se les atragante después, derriban primeros ministros y aplastan cualquier conato de consulta popular, como si detrás de un referéndum se escondiera el diablo.

Y el diablo es el dinero. No es nada nuevo. Pero nunca como ahora había quedado tan claro.

Anoche escuché decir al periodista Iñaki Gabilondo, que no es anarquista, ni se trenza el pelo, ni ocupa edificios abandonados y nunca ha pedido la nacionalización de las entidades financieras, que nuestra democracia está enferma.

Y yo añado que los enfermos somos nosotros si no reaccionamos. El próximo domingo hay elecciones y un voto puede ser un grito. Ya les adelanto que el mío no va a caer en saco roto.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Balas perdidas

Soldados españoles sobrevolando Afganistán. (Foto. MIKEL AYESTARÁN. ABC)

CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Martes 8 de noviembre de 2011

El disparo se coló por un hueco del chaleco antibalas y alcanzó en el tórax al sargento Joaquín Moya Espejo, cordobés de 35 años. Joaquín Moya Espejo usaba una protección antifragmentos, con piezas de cerámica, y la fatalidad quiso que una bala perdida, disparada desde mucha distancia, le segara la vida el pasado domingo.

Ya van casi cien muertos españoles en Afganistán. Una misión que, a parte de las vidas, también cuesta un millón de euros cada día.


Así ve Forges en El País la guerra actual de Afganistán

Allí ya no hacemos nada. De verdad. Formamos parte de una fuerza de ocupación extranjera. No de un ejército de liberación. La sombra de los señores de la guerra, tan corruptos y apoyados por Estados Unidos, y la de los contratistas norteamericanos, la del poder y la avaricia, la sombra de tantos oportunistas, de las ganancias en río revuelto y la insolencia del forastero, han acabado por desvirtuar una misión que nació para ser una fuerza de paz y de reconstrucción de un país anclado en la Edad Media y que a un año de su retirada, ha fracasado y vive cada día más acosada por la insurgencia.

Hasta Afganistán también han llegado soldados leoneses. Los últimos que recuerdo son un grupo de 29 militares del cuartel de Santocildes, en Astorga, que volaron en primavera al país del polvo y del viento para adiestrar a las unidades de artillería del nuevo ejército afgano. Afortunadamente para ellos, les ha tocado trabajar en torno a la base de Herat y no se han tenido que meter en el avispero de Helmand, la provincia del Este fronteriza con Pakistán, donde la guerra es más virulenta.


Muyahidines afganos después de derribar un helicóptero soviético.
 Guerra de 1979-1989. (Foto selvas.org)

No sé lo que va a pasar cuando todos ellos regresen, leoneses, madrileños, cordobeses, norteamericanos, y el nuevo ejército afgano de Karzai asuma la responsabilidad de mantener a raya a los talibanes. Lo más probable es que el falso estado democrático que han apuntalado las tropas extranjeras se desmorone, como le sucedió hace veinte años al falso estado comunista sostenido por los soviéticos. Recuerdo que a Najibulá, el hombre de paja de los rusos, lo ajusticiaron en cuanto se quedó solo. Y cada vez veo más paralelismos entre el Afganistán de hoy y el de los años de los muyahidines.

Espero que al menos los nuestros vuelvan sanos a casa. Que esquiven todas las balas perdidas que no se merecen. Y una noche de filandón, a la sombra del Teleno, nos cuenten todo lo que vieron.

martes, 8 de noviembre de 2011

Uniformes


Cyla Cybulska y Jerzy Bielecki, en los años cuarenta
 
CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Martes 1 de noviembre de 2011
  
Jerzy Bielecki esperaba a su antigua novia en el aeropuerto de Cracovia con 39 rosas rojas, una por cada año que habían permanecido separados. Había conocido a Cyla Cybulska en Auschwitz, el peor lugar del mundo para enamorarse, y después de unos meses de charlas furtivas en el almacén de grano donde los nazis los habían puesto a trabajar, urdieron un plan para fugarse del campo de exterminio en el mes de julio de 1944, antes de que alguien tuviera la ocurrencia de enviarles a las cámaras de gas.

Jerzy, católico polaco que había sido arrestado acusado de pertenecer a la Resistencia, vestía un falso uniforme de las SS que se había confeccionado con retales robados y había sustraído un pase para transportar prisioneros. Disfrazado de oficial y haciéndose pasar por el rotttenfürer Steiner, consiguió sacar del campo a la judía Cyla y huir con ella. De noche, caminaban. De día, se escondían. Hasta que llegaron a un lugar seguro, en casa de un pariente de Jerzy que los acogió una temporada.

Luego él se unió a la Resistencia polaca y a ella la dejó refugiada con una familia católica. Jerzy quería luchar contra los nazis y pensó que aquella vivienda era el sitio adecuado para que Cyla le esperara. Y la guerra, claro, los acabó separando.


Jerzy y Cyla se reencontraron en 1983. (AP/ Archivo de la familia Bielecki)

Acabada la contienda, se dieron por muertos el uno al otro debido a una sucesión de malentendidos y rehicieron sus vidas con terceras personas, hasta que Jerzy contó su historia en la televisión y a Cyla se la contaron en Nueva York, donde vivía con su marido, otro judío superviviente del Holocausto que había abierto una joyería. Cyla localizó a su antiguo novio, se subió a un avión y aterrizó en Cracovia, donde él la estaba esperando con las 39 rosas rojas. Pero ni ella dejó a su marido, ni él a su esposa, y se siguieron viendo como buenos amigos, hasta que Cyla murió en el año 2005. Jerzy aparecía ayer en los obituarios.

Su historia se me ha cruzado cuando iba a hablarles de un celador acusado de incendiar la Reserva de Caza de Los Ancares aprovechándose de su indumentaria. Y a menos de que a alguien se le ocurra dejar 305 rosas rojas en el monte, una por cada hectárea quemada, lo único que tienen en común es un uniforme. El que usó Jerzy era un traje falso. En el caso del celador, detenido y puesto en libertad con cargos, un juez decidirá ahora si la falsedad estaba debajo.


ANIVERSARIO

Sólo un pequeño apunte para recordar que hace un año abrí este blog. Y hace un año que escribo una columna de opinión titulada Cuarto Creciente, cada martes en Diario León. El blog ha recibido 14.000 visitas en estos doce meses y han sido ochenta entradas; 52 columnas publicadas en papel, dos sólo para la red, algunos poemas (sólo hay tres que me gusten realmente, pero no pienso borrar ninguno), información sobre las presentaciones de El agujero de Helmand y algún que otro cuento, ya publicado o escrito expresamente para este espacio. Muchas gracias a todos. Sigo...

jueves, 27 de octubre de 2011

Centeno alto

Del blog http://www.hojas-de-mayo.blogspot.com/

CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Martes 25 de octubre de 2011

Al Cesterín lo enterraron en un campo de centeno y todos los veranos, las espigas más altas delataban su asesinato. «Allí está enterrado vuestro padre», les decían los vecinos de Villanueva de Valdueza a sus dos hijos adolescentes cuando los veían trabajar aquella tierra a dos kilómetros del pueblo. Pero no se atrevían a desenterrarlo.

En algún momento dejaron de sembrar centeno y plantaron patatas, y el rincón del Cesterín seguía siendo el más frondoso. Antonio Fernández tenía un buen epitafio en los tubérculos y en los cereales y no había nadie en Villanueva que no supiera que allí debajo habían enterrado a un hombre.

Al Cesterín, que ni siquiera se metía en política, según cuentan, lo mataron unos pistoleros falangistas en el mes de octubre de 1936. Su delito, avisar al alcalde de que iban a buscarle. Le dieron una paliza, le dispararon en un costado y en la mandíbula y lo mataron. Luego el silencio hizo el resto y ni siquiera la muerte de Franco sirvió para que en Villanueva de Valdueza perdieran el miedo a sacar sus huesos del campo de centeno.

9 de octubre de 2011. Exhumación de la fosa. (Foto. Público.es)

Ha sido una nieta que vive en Argentina, hasta donde no llega el miedo, la que se ha empeñado en que los restos de su abuelo reposen en un camposanto. Adriana Fernández, qué paradoja, se dedica en Buenos Aires a buscar a los desaparecidos de la dictadura argentina y desconocía que su abuelo era una víctima de la represión del régimen de Franco. «Yo creo que mi abuelo me guió», decía el pasado sábado en San Esteban de Valdueza, a punto de recibir la urna con los huesos del Cesterín y dispuesta a seguir con la querella por crímenes contra la humanidad que la Justicia argentina mantiene abierta para condenar la represión de la dictadura española. Y esa es nuestra vergüenza. Que en Argentina sea un motivo de querella lo que en España ha sido una excusa para apartar a Baltasar Garzón de la judicatura.

Estos días, el terrorismo etarra ha anunciado que deja las armas. Todo el mundo habla de apoyar a las víctimas. De ayudarlas a superar el trauma. Bravo. Pero no nos olvidemos de que todavía hay muertos que llevan 75 años enterrados en campos y cunetas. Y así es imposible no darle la razón al poeta Abel Aparicio cuando se queja de que las víctimas de Franco no valen tanto como las de ETA. Esa diferencia de trato es como el centeno alto; delata a más de uno.

jueves, 20 de octubre de 2011

Un círculo de polvo


Están en la frontera de Irak y Siria, pero bien pudiera ser la ribera del río Helmand
(Foto. Ejército de los Estados Unidos)


El tiempo se me ha ido de las manos.
Hace un año, el jurado del Premio Tristana -Blanca Berasategui, José María Merino, José Manuel Cabrales, Dámaso López García, y Juan Pedro Aparicio como presidente- estaba a punto de sentarse para anunciar la novela ganadora de la quinta edición. Eligieron por unanimidad El agujero de Helmand, la historia de un círculo.
"El círculo se ha cerrado", escribe Ramón Lobo en El País para hablar de los 10 años que han pasado desde el comienzo de la guerra de Afganistán, un país que ha regresado al punto de partida. "Nada se ha movido, el tiempo es vertical", insiste Lobo.
Yo sí me he movido. Y a El agujero de Helmand todavía le queda recorrido para cerrar su círculo. Aquí dejo las fechas y los lugares donde llevaré la guerra de Afganistán y la guerra interior de un soldado que se está descubriendo a si mismo. Con horror...



VALLADOLID
Jueves 20 de octubre. Librería Oletvm. 19.30 horas.
Coloquio: "Premios literarios, ¿trampa o trampolín?
Voy como autor de la novela ganadora del Premio Tristana y como periodista de Diario de León, acreditado para cubrir la reciente entrega del Premio Planeta. Junto a mí, el escritor leonés José Manuel de la Huerga, y el periodista de cultura de la Agencia Ical, César Combarros.


MADRID
Viernes 18 de noviembre. Librería Alberti. 19.00 horas.
Presenta Juan Pedro Aparicio.
Calle Tutor, 57. Metro Argüelles-Moncloa.
Autobuses 44-1-2-Circular-16-61-133-21
Parking: Marqués de Urquijo (esto me lo pasa la editorial).


México DF, el pasado verano

MÉXICO

FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE GUADALAJARA (FIL)
Miércoles 30 de noviembre. 18.00 horas.
Salón B. Área Internacional. Expo Guadalajara
"Nuevas voces de la narrativa de Castilla y León".
Coloquio organizado por la Junta de Castilla y León y la FIL.
Participo junto a los escritores Vicente Álvarez de la Viuda y José Manuel de la Huerga.

ECOS DE LA FIL
Sábado 2 de diciembre.
Me llevan a un instituto a charlar con estudiantes...
(y esto es lo que más miedo me da y lo que más me apetece).


VEGUELLINA DE ÓRBIGO
Sábado 17 de diciembre.
Ciclo "En otoño, narradores". Charla con Tomás Néstor Martínez.


 Sólo espero no volver al principio.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Gringo viejo

Mural sobre la revolución. México DF

CUARTO MENGUANTE
La columna que no aparece en el Diario de León

Le llamaban El amargo Bierce (Bitter Bierce, en inglés) y desapareció en México durante la revolución.

Bitter Bierce, que tenía cumplidos los 71 años, dejó escrito esto en una carta: "Si oyes que fui llevado ante un muro mexicano y fusilado hasta convertirme en harapos, comprende que para mí, esa sería una excelente manera de dejar esta vida. Es superior a la vejez, a la enfermedad, o a caerse por las escaleras de la bodega. Ser gringo en México... eso sí es eutanasia".

Autor de El Diccionario del Diablo, una colección de definiciones sarcásticas de la que ya he hablado en otra entrada de este blog, Ambrose Bierce fue uno de los periodistas más cínicos que ha habido en los Estados Unidos. También fue escritor de relatos de terror, muchos de ellos ambientados en la Guerra de Secesión. Por algo Bierce había combatido en las filas de la Unión durante la contienda, participando en batallas tan sangrientas como las de Shilo, Chikamagua y Chatanooga, donde debió descubrir la parte más amarga de la realidad.

En octubre de 1913 dejó la comodidad de su domicilio en Washington DC para visitar por última vez los campos de batalla donde había combatido cincuenta años antes. Dos meses después, sin embargo estaba en El Paso y cruzaba la frontera con México, donde acababa de estallar una revolución. En Ciudad Juárez, se unió al ejército de Pancho Villa como observador y su rastro se pierde en Chihuahua. A partir de aquí todo es leyenda, aunque está documentado en la Enciclopedia Británica que un gringo viejo murió en la batalla de Ojinaga, el 11 de enero de 1914. Y en la villa de Sierra Mojada, circuló durante años la historia de que a un escritor yanqui lo habían fusilado en el cementerio del pueblo.

En cualquier caso, Bitter Bierce debió conseguir lo que buscaba. Desaparecer sin caerse por las escaleras de la bodega. Y de paso, ser el protagonista de la novela de su vida. En 1985, el escritor mexicano Carlos Fuentes publicaba Gringo Viejo y convertía su desaparición en un best-seller. Fuentes transformaba por fin a Bierce en un personaje de ficción y ponía en su boca una frase amarga: "Hay una frontera que sólo nos atrevemos a cruzar de noche: la frontera de nuestras diferencias con los demás, de nuestros combates con nosotros mismos".

Y me lo imagino cruzando la frontera con México. Buscando que alguien le mate para no morir de viejo.

Una tapia de México, fotografiada por JUAN RULFO


DOS ENTRADAS SOBRE EL AMARGO BIERCE


El Diccionario del Diablo y Gringo Viejo son dos entradas de este blog con el mismo comienzo. Pero el final de la segunda lo escribí después de volver de México. Así que tiene mucho más valor...

martes, 18 de octubre de 2011

De otro Planeta

Pedro I, emperador de Brasil

CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Martes, 18 de octubre de 2011

María de la Pau Janer ganó el premio Planeta en 2005 con una novela tiulada Pasiones romanas. Antonio Gala, que también recibió el mismo galardón en 1990 con El manuscrito carmesí, siempre será recordado, sin embargo, como el autor de La pasión turca. Y también de pasiones exóticas iba El amante albanés, novela con la que la escritora gallega Susana Fortes quedó finalista en 2003.
  
La princesa india, una historia sobre los amores de un conquistador español y una india azteca en tiempos de Cortés y la Malinche, es el título de la primera novela de Inma Chacón, a la que Planeta ha abierto las puertas para ser finalista de la sexagésima edición del premio con Tiempo de arena. Chacón, que también es autora de una novela sobre tres hermanas filipinas, Las filipinianas, concurrió este año con una historia de tres hermanas españolas ocultando su nombre bajo el seudónimo de Manila. Y convenció al jurado.
  
Pero la novela de Chacón no es la primera finalista del Planeta que escribe del tiempo. El tiempo mientras tanto se titula la obra que quedó segunda el año pasado, de Carmen Amoraga. Y En tiempo de prodigios, el relato de una tercera mujer, Marta Rivera de la Cruz, finalista en 2006.
 
 
Pedro I de Brasil
José I Bonaparte
  
Es posible que a Chacón le hubiese gustado titular La pasión india a su primera novela y Javier Moro, el escritor que le ha ganado el Planeta de este año, ya tuviera ese título escogido para su best-seller sobre los amores de la malagueña Anita Delgado y un maharajá hindú, publicado en 2005. El imperio eres tú, ha titulado ahora Moro la novela que le ha dado el codiciado premio; una semblanza del emperador Pedro I, que trasladó la corte portuguesa a las colonias de Brasil para huir de la invasión napoleónica en 1808. Y el imperio eres tú, pero el rey soy yo, le hubiera podido decir a Moro si no hubiera fallecido, Juan Antonio Vallejo-Nágera, que en 1985 obtuvo el galardón con una novela que título Yo, el rey, y que no dejaba de ser una semblanza de José I, hermano de Napoleón, que en 1808 estuvo a punto de hacer huir a Carlos IV a sus colonias de México.

Este año se habían presentado al premio Planeta dos manuscritos procedentes de León. Ignoro si las manos del jurado han tocado alguno de los dos -en 2005, Juan Marsé dimitió descontento con los criterios de selección-, pero cada vez tengo más claro que si no han llegado más lejos es porque no han atinado con el título.
  

martes, 11 de octubre de 2011

Meteoros

Del blog losotrosojosdeeva.blogspot.com

CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Martes 11 de octubre de 2011


Así comienza un poema que da título a una antología que resume toda una vida dedicada a la poesía; la de Antonio Pereira. “El pudor era un meteoro. El pudor era un meteoro, como la lluvia y el viento.  El pudor era un meteoro como la lluvia y el viento y el fuego de santelmo. El pudor era un meteoro como la lluvia y el viento y el fuego de santelmo y la nieve y el rayo”.

Yo borro aquí la nieve y el rayo. Borro la lluvia y el viento. Y me quedo con el pudor y con el fuego de San Telmo.

Fuego de San Telmo en los mástiles de un barco.
(Wikipedia)

El fuego de San Telmo, dicen las enciclopedias, es un meteoro. Toma su nombre del patrón de los marineros, que en la antigüedad, creían que era de mal agüero descubrir sus luminiscencias en el mar cada vez que se veían envueltos en una tormenta eléctrica.

Un meteoro, también lo dicen las enciclopedias, es la estela incandescente que dejan atrás los meteroides cuando atraviesan la atmósfera.

Habrá que explicar, claro, que un meteroide es un conjunto de partículas de polvo, hielo y rocas que permanecen en el espacio después del paso de un cometa.

Viñeta de El Roto en El País

No les explicaré, sin embargo, lo que es un cometa. Ni una tormenta eléctrica. Estamos metidos dentro de ella. Y todos sabemos lo que significa la palabra pudor. Nuestra clase política, por el contrario, lo desconoce. Habría que recordarles que el pudor es lo que impide subirse el sueldo en medio de una crisis. El pudor es lo que impide subirse el sueldo en medio de una crisis y cobrar comisiones. El pudor es lo que impide subirse el sueldo en medio de una crisis y cobrar comisiones y pasar por las instituciones como un cometa incandescente, tejiendo redes clientelares y dejando luminiscencias en el mar. El pudor, al fin y al cabo, es lo que impide atravesar la línea roja de la deshonestidad, tan delgada para algunos. Y traicionar la confianza de los electores. Pensar que el voto es una patente de corso.Y prometer lo que no se va a poder cumplir. Y gastar más de lo que se tiene, ya lo arreglará el siguiente. Y mentir deliberadamente.

La falta de pudor, por lo demás, es pensar que todo eso va a durar para siempre. Que las luminiscencias en el mar no delatan a nadie. Y el pudor, dice Pereira, es impredecible más que todos los meteoros juntos.




EL PUDOR ERA UN METEORO, de Antonio Pereira


El pudor era un meteoro
el pudor era un meteoro como la lluvia y el viento
el pudor era un meteoro como la lluvia y el viento
                                        {y el fuego de santelmo
el pudor era un meteoro como la lluvia y el viento
            {y el fuego de santelmo y la nieve y el rayo
el pudor era impredecible más que todos los
                                                  {meteoros juntos
porque no hay cabañuelas para el pudor,
sabes que va a llegar,
no dónde, cuando,
si con la furia de la tormenta
si en el agua sumisa de las lágrimas.

...Y la tarde pasaba larga, larga
jugando a un botón más, oh riesgo hermoso.


Meteoros (Poesía 1962-2006)



miércoles, 5 de octubre de 2011

Caraduras




CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Martes 4 de octubre de 2011

No sé lo que es peor. Ver a Mariano Rajoy posando en la primera página de un periódico de tirada nacional con cinco emprendedores y descubrir que el papel que le reserva a la mujer en la España que viene es elaborar bizcochos, o comprobar en directo que el ministro que presume de quitarse la corbata en el Congreso durante el verano para ahorrar en aire acondicionado viaja en helicóptero desde la España del despilfarro, dispuesto a inaugurar el Parador Nacional de Villafranca y una semana después, visitar la Fundación Ciudad de la Energía.

Primera página del diario La Razón.
Atención a la actividad empresarial de la única mujer.



Lo de Rajoy no me sorprende. Sólo hay que dejarle que gobierne después del 20-N para que nos enseñe todo lo que guarda en la despensa. Lo del ministro de Industria tampoco. ¿Cómo vamos a creernos su apuesta por el coche eléctrico cuando viaja en helicóptero? Ni se imaginan lo que cuesta una hora de vuelo en uno de esos taxis oficiales.

De verdad, no sé con qué quedarme. Todo me parece un disparate. Resulta que en Fabero no tienen con qué barrer las calles porque una de las máquinas que lo hacía está retenida en el taller del fabricante porque el Ayuntamiento no puede pagar la reparación. En Bembibre, el grupo socialista, ahora en la oposición, se siente acosado por el alcalde y está pensando en solicitar presencia policial en los plenos por si acaso a algún vecino entre el público se le va la mano azuzado por el regidor. Y no sé si extenderme en lo que sucede en Cacabelos, donde el alcalde juega a la lotería porque no ve otra salida que el azar para sanear las cuentas municipales. Menuda derrota.



Pero lo que de verdad no tiene nombre es lo de LM Windpower, con un sindicalista anunciando en rueda de prensa el cierre de la factoría de Ponferrada y poniendo en su boca los argumentos de la empresa para marcharse. A eso le llamo yo encontrar a alguien capaz de hacer el trabajo más ingrato y abandonar un lugar sin despeinarse. (Pero después de haber cobrado siete millones de euros en subvenciones públicas).
 
Ahora el viento sopla más fuerte en Castellón, han debido pensar los responsables de la multinacional danesa, que tienen miedo de notificar el cierre al comité de empresa porque los indignados les esperan en la calle. Y es para estar indignados, la verdad, con gente que ni siquiera sabe dar la cara cuando se va.

  

martes, 27 de septiembre de 2011

Viajes prohibidos

Aeropuerto de Pekín

CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Martes 27 de septiembre de 2011

Los aeropuertos son todos iguales. Largos pasillos. Puertas de embarque. Rampas de acceso. Salas de espera. Tiendas libres de impuestos. Y mucha gente sola.

Las estaciones de autobuses también son muy parecidas. Dársenas vacías. Autocares ocupados. Taquillas. Lavabos. Un quiosco. Un bar. Y la misma voz anunciando las llegadas y las salidas por megafonía.

Tampoco son diferentes las estaciones de trenes. Largos andenes. Raíles. Traviesas. Cables. Cunetas llenas de piedras. Y vagones aparcados en vía muerta.

Siempre estamos llegando a algún lugar o marchándonos de alguna parte. Incluso cuando no nos movemos físicamente. La memoria, que no sirve para recordar lo que sucedió, sino para adaptarlo a nuestro presente, también es un viaje. Reseteamos los recuerdos. Ponemos orden en el pasado. Y nos quedamos con la combinación que más nos conviene para que todo lo que hemos vivido no nos pese demasiado.
  
Laboratorio de Gran Sasso. Italia. Punto final del viaje de los neutrinos.

Imagínense ahora que fuera cierto que podemos construir una máquina del tiempo y viajar al pasado. Acaban de descubrir que hay partículas elementales que son capaces de moverse más rápido que la velocidad de la luz. Y eso significa que podemos verlas llegar antes de que hayan salido. Que puede haber dos partículas en el mismo lugar, pero en tiempos distintos. Y que pueden existir universos paralelos, donde no hay lugar para las paradojas.

Me imagino cómo serían esos aeropuertos para viajar en el tiempo y reescribir el pasado, por mucho que Stephen Hawking nos haya recordado que ningún turista del futuro ha venido nunca a visitarnos. Habrá largos pasillos, sin duda. Y puertas de embarque. Taquillas para dejar la ropa que nos sobra. Algún quiosco para llevarse un periódico del futuro. Y mucha gente sola, deseando salir de alguna vía muerta.
   
Estos días que han reinaugurado su parador en Villafranca del Bierzo, me está persiguiendo un verso de Antonio Pereira. Es un verso de un poema inacabado y lo escribió un personaje de uno de sus cuentos. Lenta es la luz del amanecer en los aeropuertos prohibidos, dice. Y a mí me gustaría viajar a ese lugar que no existe para poder terminarlo.
  
Antonio Pereira.
Dibujo de Encarnación Campesino.

UN CUENTO DE PEREIRA

Una vez estaba Pepín Ramos el poeta inspirado en la taberna que llaman el Senado, sentado a la mesa tosca, haciendo su papel de poeta inspirado. Todos le respetamos mucho en sus esperas de la voz misteriosa, aunque nunca se le haya visto una página terminada. Vino un parroquiano de la taberna con la alegría lúcida de los primeros vasos, y fisgó el renglón que campeaba en la hoja:


Lenta es la luz del amanecer en los aeropuertos prohibidos.

El verso hermoso, todavía único, con que iba a arrancar el poema. El parroquiano suspiró:


-Es un buen empiece, Pepín. Pero ahora qué.


(De Picassos en el desván. 1991)

viernes, 23 de septiembre de 2011

El viento anónimo


Los peines del viento. San Sebastián


El viento anónimo.
El odio indefinido.
El amor, de pronto,
y el desencuentro.
El viento anónimo.

El viento rancio.
La amargura de los años.
El remiendo de la alegría,
que nace y se hace,
sin saber cómo.
Y la muerte.
La muerte que no llama
pero nos avisa a todos.

El rencor de los vientos.
El sabor de los besos,
de los sueños grandes
y de los estrechos.
Y la muerte que nos espera,
que no concede plazos.

El viento inmenso.
El aire solo.
El viento anónimo.





VERSOS DE VEINTE AÑOS


Yo tenía 25 años. O 26. No más de 27.
Y esto es lo que escribía.

Está publicado en Antología de escritores bercianos. Narrativa breve (IEB, 2008). César Cabezas escribió unas líneas sobre mis relatos, que cierran el libro,  y me sorprendió pidiéndome un poema para incluirlo en el prólogo. Me atreví a darle este...