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viernes, 29 de marzo de 2013

Escraches


Viñeta de FERRÁN MARTÍN en www.lainformación.com


CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves 28 de marzo de 2013

No se dejen engañar. Los mismos que hace dos años llamaban perroflautas a los que ocupaban las plazas para pedir una democracia real llaman ahora filoetarras a los desahuciados que les siguen por la calle y se quejan a las puertas de sus casas porque no hicieron nada para cambiar la Ley Hipotecaria. 

Han tenido que rebelarse nuestros jueces. Han tenido que sacarnos los colores los jueces europeos. Y han tenido que echarse a la calle los que han perdido su vivienda, con algún suicidio de por medio, para que nuestros legisladores asumieran que tenemos una ley terriblemente injusta y anticuada y no rechazaran la iniciativa popular para cambiarla.

No se dejen engañar. No. Los mismos que han querido identificar al movimiento pacífico del 15-M con los grupos antisistema se empeñan ahora en relacionar a la plataforma contra los desahucios con la izquierda abertzale porque protestan delante de sus casas. 

Es un intento zafio de ensuciar la imagen de unos ciudadanos que, en un país donde los partidos políticos han perdido el contacto con la calle y hasta los sindicatos aparecen citados en algún caso de corrupción, tratan de agruparse para defenderse de una norma injusta.

No. No se engañen. Esos que comparan los escraches con la kale borroka son los mismos que aplican una política económica que más parece un ajuste de cuentas con un Estado de Bienestar en el que nunca creyeron. Y vaya por delante que no me gustan los escraches. Es muy fácil que a algún indignado se le vaya la mano. Pero es la válvula de escape que les dejan. Y por lo que se ha visto, la única forma de que les hagan caso. 

Y en lugar de avergonzarse y reconocer que no son sólo los desahuciados los que se quejan —son los afectados por la estafa de las preferentes, son los médicos, los funcionarios, los profesores, los mineros, los parados, los becarios, y los que cobran menos y pagan más impuestos— esos mismos que llaman perroflautas, que llaman filoetarras y antisistema a los que protestan, se enrocan, se atrincheran, y ensucian la memoria de las víctimas de ETA comparando a quienes hacen algo para cambiar las cosas con vulgares terroristas. Eso sí es violencia.

jueves, 21 de marzo de 2013

Cadáveres

El Roto, en El País, lo tiene claro.
CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves 21 de marzo de 2013

Y ahora hablemos de otra cosa. Llevamos un mes atrapados en una historia de traiciones y venganzas, intrigas y chantajes, presiones, amenazas, y aburre vivir tanto tiempo en la tormenta.

Dejémoslo. Están fuera de la realidad. Están ciegos de ambición. Están llenos de rencor. Y miden mal.

No. No habemos de manteos. No hablemos de bastones, ni de apretones de mano. No hablemos de pactos bajo cuerda, de reuniones que tienen lugar a cien kilómetros de la ciudad, para que nadie se entere. Hoy no.

Hoy tenemos que hablar de otra cosa. Y ya sé que parece que el invierno no se acabe nunca. Es la crisis. Y los malos gobernantes, marionetas del dinero y de la nueva canciller de hierro. Prisioneros de las cifras, que deshumanizan, y de la lógica perversa del capitalismo, que no entiende de derechos, sino de oportunidades de negocio.

Ya sé que son las viejas formas de hacer política, la lacra del clientelismo, que lo contamina todo.

Por eso, salgamos de una vez del lodo. Nos han metido otra vez en el mismo charco. A todos.

Y es hora de reinventarnos. Si alguien tiene un cadáver en el armario, que lo entierre y que deje el despacho. El olor nos está mareando a todos.

Aquí también vive gente cabal. Ponferrada es algo más que sus alcaldes. Así que dejemos de sentirnos culpables. Dejemos de hablar de ellos a todas horas. Dejemos de avergonzarnos por lo que hacen y lo que no hacen, porque digan digo donde dijeron Diego.

Y hablemos de nosotros. Hablemos de las herramientas que tenemos. De lo que podemos hacer para cambiarlo.

Hablemos de las opciones que nos dejan.

Y si no podemos hacer gran cosa hasta dentro de dos años, no nos olvidemos.

Y si dentro de dos años tampoco encontramos caras nuevas que apuesten por un cambio de verdad, votemos en blanco.

Porque si volvemos a confiar en los de siempre, si no les obligamos a renovarse, en Ponferrada y en todas partes, tendremos lo que nos merecemos. Y nos pudriremos con ellos.

martes, 19 de marzo de 2013

Los oficios de Samuel Folgueral


El nueve de Cruyff. Con diez años, Folgueral dormía con ese número
 cosido al pijama


PERFIL
Diario de León. Martes 19 de marzo de 2013

Escucha a The Cure. Tiene una perra que se llama Clotis. Estudió hasta quinto de Primaria en la escuela de su madre. Y en la temporada 1973-74, el primer curso de Cruyff en el Barça, dormía con un pijama que, gracias a la pericia con la Singer de su abuela Obdulia, llevaba cosido a la espalda el número nueve de la leyenda holandesa del fútbol. El nuevo alcalde de Ponferrada no siempre dijo que sí a la política y a sus pactos. De hecho, hace ahora una década, cuando escuchó los primeros cantos de sirena del PSOE sin haber cumplido los cuarenta años, le dijo que no a Charo Velasco.

«Eso de que me ofrecieron ser el número dos es un bulo», afirmaba Samuel Folgueral a este periódico unas horas antes de convertirse en regidor y desatar el terremoto político que le ha llevado a anteponer la alcaldía a su militancia socialista. «Me preguntó si tenía interés en la política, pero no hubo una declaración expresa. Yo ya había colaborado con el PSOE como arquitecto y aunque lo agradecí mucho, ni lo valoré», matizó reconociendo que en el 2003 Velasco le sondeó. Si entonces no quiso entrar en política, ahora no ha querido salir del Ayuntamiento por la puerta falsa. El ‘no’ se lo ha dicho a Rubalcaba.


Tres tizas de sastre

Hijo de un capitán de la marina mercante que pasaba largas temporadas en el mar, nieto de un sastre que dibujaba patrones con una tiza en un local de la calle del Reloj, arquitecto, copiloto de rallies de asfalto, y alcalde después de un pacto con Ismael Álvarez —al que Velasco puso tantas veces en la picota— que ha dejado en la cuerda floja al propio Rubalcaba, a Samuel Folgueral le costó decidirse a entrar en política. Pero una vez tomada la decisión —en el verano del 2010 por fin dijo sí al PSOE, pero encabezando la lista— ha jugado a lo grande, aunque la sombra de Álvarez y su condena por acoso sexual amenace con marcar toda su trayectoria en el Ayuntamiento. «Siempre he hecho lo que he querido; no me siento frustrado por nada», decía hace dos años a otro medio. Y después de darse de baja en el PSOE para conservar la alcaldía, la frase va cogiendo eco.

Samuel Folgueral nació en un momento en que muchos niños todavía venían al mundo con ayuda de matronas o en sanatorios privados. El primer hijo del capitán Samuel Folgueral y la maestra Obdulia Arias lo hizo el 9 de octubre de 1963 en la clínica del doctor Freirías, muy cerca de la estación de ferrocarriles. Folgueral, que estuvo a punto de estudiar Filosofía, se siente a gusto pensando que la cercanía de los trenes le enseñó muy pronto que todo en la vida es pasajero. Los que le conocen bien, sin embargo, saben que si hay algo que le marcó desde muy temprano fue el oficio de su abuelo Nicanor y sus trazos de tiza sobre los patrones de sastre. «Mi madre dibujaba muy bien, y mi abuelo siempre estaba con las tizas sobre las telas», aseguraba el propio Folgueral para explicar su inclinación por la arquitectura.


Folgueral vivió en la calle del Reloj hasta 1970.
Foto: Wikipedia

El matrimonio Folgueral-Arias vivió con los abuelos paternos en la calle del Reloj hasta que Samuel, el mayor de cuatro hermanos, cumplió los siete años. Después se mudaron a lo que hoy es el barrio del Temple, donde Obdulia era la maestra de la Escuela Santa Catalina, en un descampado de tierra que por entonces se llamaba calle F-110 y que hoy, rodeada de edificios, lleva el nombre Nicomedes Martín Mateos. Lo recuerda uno de sus amigos de infancia, el hostelero Emilio Calleja, con el que Folgueral compartió sus primeros años de escuela. «Era un chico travieso. Buen estudiante. Y jugamos al fútbol en el campo de la Minero. Él era del Barça y yo del Madrid», contaba días atrás Calleja, que ha recuperado la amistad con Folgueral en los últimos años. «Ahora vamos juntos a ver a la Ponferradina. Y está al día», asegura Calleja.

Aquellos eran los años de Pirri y Zoco en el Real Madrid. De Rexach en el Barça. Hasta que llegó Cruyff, y la abuela Obdulia le cosió el número nueve de su ídolo en el pijama.

Orgulloso de su padre
Calleja recordaba que además del fútbol, Folgueral hablaba mucho de su padre.«Estaba orgulloso». Samuel Folgueral padre, que trabajó para distintas navieras, podía regresar a Ponferrada desde cualquier parte del mundo. Y eso también dejó huella en su hijo mayor. Cuando decidió estudiar arquitectura —un camino intermedio entre el deseo paterno de que fuera ingeniero y el de Samuel de estudiar Filosofía— lo hizo en La Coruña y no en Valladolid, donde le hubiera correspondido. «Yo tenía claro que quería ir a un sitio de mar», asegura el alcalde.

El arquitecto del PSOE
Casado con Manuela Sánchez, padre dos hijos —Mario de 17 y Samuel (Iago) de 11— Folgueral ya advertía el día antes de ser alcalde que su prioridad será el Ayuntamiento, pero no se alejará del todo de su despacho de arquitectura. Se ha reservado además la delegación de Urbanismo y Vivienda y entiende que no tiene por qué haber suspicacias. Conoce el oficio, aseguraba la semana pasada. Y eso, insistió, será bueno para el Urbanismo de Ponferrada.

Pero la cadena de Folgueral tiene sus contradicciones. Porque si la sastrería de su abuelo, la escuela de su madre y los barcos de su padre le llevaron a la arquitectura, y la arquitectura le ha abierto las puertas del Ayuntamiento, su nuevo ‘oficio’ de alcalde le ha cerrado ahora las del PSOE. 

Samuel Folgueral, un día antes del Pleno que le hizo alcalde de Ponferrada, a las
puertas dela antigua Escuela Santa Catalina, donde su madre le dio clase.
Foto. L. DE LA MATA

La negativa de Folgueral a dejar el cargo ha estado a punto de costarle el puesto al secretario de Organización, Óscar López, pero hubo un tiempo en que el arquitecto asesoraba a los portavoces socialistas municipales en cuestiones urbanísticas, desde Charo Velasco —a la que ayudó a diseñar su apuesta por la Ciudad de la Energía— a Fernando de la Torre —para el que elaboró un plan de movilidad. Folgueral llamó la atención de la corriente dominante en el socialismo local que en el año 2010 trataba de recomponer la agrupación y que hoy ha dejado el PSOE con él o se ha quedado huérfana en la ejecutiva local. «Yo no le conocía, pero me reuní con él y comprobé que era tal y como decían; una persona abierta, dialogante y de ideas muy progresistas», aseguraba el hoy concejal de Seguridad Ciudadana, Aníbal Fernández.

Folgueral tenía un perfil atractivo para el PSOE. En la biografía que por entonces distribuyó el partido, ansioso por ofrecer una imagen renovadora, se ponía énfasis en la afición por la velocidad de la nueva cara del socialismo. Porque entre el 2002 y el 2007, primero en un Seat Ibiza Cupra por las carreteras de Castilla y León y después en un Mitsubishi por las de toda España, Folgueral fue copiloto de Conrado Fernández y de Antonio Garrido. «El copiloto es la oficina del coche. Y el piloto es pericia y habilidad», decía el futuro alcalde un día antes de la tormenta política que se ha desatado en Ponferrada. Y parece que ya estuviera anticipando lo que se le venía encima.

jueves, 14 de marzo de 2013

No me hablen de otra cosa


Viñeta de un cómic de YSLAIRE


CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves 14 de marzo de 2013
 
Al final han convertido a Nevenka Fernández en una sombra.
 
Cuando le preguntan al nuevo alcalde de Ponferrada por ella, responde que «ese es otro tema». Lo que importa es que Rubalcaba ha metido la pata por forzar su dimisión a destiempo y le ha faltado al respeto a los ciudadanos, dice un hombre que el 15 de abril de 2011 presentaba su candidatura electoral con todos los miembros de su lista firmando un pacto antitransfuguismo.
 
El ex alcalde reciente tampoco se avergüenza del apoyo que le dio a su antecesor antes y después de su condena por acoso sexual. De hecho, lo ha puesto como ejemplo de la ingratitud de quien un día fue su mentor político.
 
Y el ex alcalde anterior insiste en que ya ha cumplido su condena y que pagó con creces cuando dimitió como regidor. Dice que le están juzgando dos veces, pero nunca ha pedido perdón porque piensa que no tiene por qué hacerlo. Y no hay rehabilitación sin arrepentimiento.
 
Al final hay tanta gente en Ponferrada que no quiere que le pregunten por Nevenka, porque quedan en evidencia, que su nombre se puede convertir en un tabú, igual que su figura ya es una sombra.


Nevenka Fernández, en sus primeros meses como concejala.
Foto cortesía de L. DE LA MATA
 
A Nevenka la nombran, sobre todo, fuera del Bierzo, donde no entienden cómo un condenado por acoso sexual puede obtener cinco concejales y cómo hay tanta gente dispuesta a pactar con él argumentando que así le retiran de la política. Como si renunciando al acta de concejal, el ex alcalde renunciara también a llevar las riendas de su grupo.
 
Y me preguntan, fuera del Bierzo, qué está pasando en Ponferrada. Yo les digo que en la ciudad donde vivo hay gente que piensa que Nevenka fue una fantasiosa. Después me preguntan qué pienso yo al respecto. Y respondo que cuando una mujer dice que no, es no, y no importa todo lo anterior. Aunque ahora nos quieran hablar de otra cosa, ese sigue siendo el fondo de la cuestión.
 
Pero esto es política, dicen los tres protagonistas de la moción de censura si les mencionan a Nevenka. Aquí se está hablando de otra cosa. Y está claro que las matemáticas y la ética son asignaturas distintas.

Samuel Folgueral, con la solemnidad de un Papa, en sus primeros momentos como alcalde.
 (Foto de L. DE LA MATA)
 

jueves, 7 de marzo de 2013

Tres apretones


Así se estrechaban las manos en el Far West.

CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves 7 de marzo de 2013

Maradona metió un gol con la mano en un Mundial de fútbol y después se justificó. Dijo que no había sido su mano, que el gol lo había metido Dios. Y en Argentina lo convirtieron en un héroe.

Las manos tienen mucho que decir. De hecho, lo dicen todo de nosotros. Uno puede hacerse a la idea de qué clase de persona tiene enfrente por la forma en que le estrecha la mano. Si aprieta demasiado, quizá estemos ante un carácter avasallador, que deja poco espacio para el diálogo. Si aprieta muy flojo, podemos encontrarnos ante alguien que miente. Y que esconde su mentira en la falta de pulso.

He estrechado la mano de los tres implicados en la moción de censura que mañana puede cambiar el nombre del alcalde de Ponferrada después de entrevistarles. No voy a revelar aquí quién de los tres apretó más fuerte. Ni si alguno de los tres flojeó. Prefiero hablarles de cómo se han estrechado las manos entre ellos.

Ismael Álvarez y Carlos López Riesco, que le había defendido durante el caso Nevenka, se dieron la mano cuando el primero dimitió y el segundo le relevó al frente del Ayuntamiento. Está claro que aquel apretón no debió ser demasiado fuerte.

De alguna forma, Carlos López Riesco le estrechó la mano a Samuel Folgueral a comienzos de este mandato. La idea de aquel apretón era que el PP gobernara en minoría y negociara cada asunto con el primer partido de la oposición. Pero en vista de lo que ha sucedido, no es aventurado deducir que el estrechón ha sido todavía más flojo que el anterior.

Y finalmente, Samuel Folgueral ha completado el triángulo de apretones estrechando la mano de Ismael Álvarez ante los fotógrafos. Folgueral ha dicho que no era su intención, pero Ismael Álvarez estaba allí al lado. Y que el ex alcalde tiene un pie fuera del Ayuntamiento.

Está claro que los dos le quieren meter un gol con la mano a Riesco. Y de paso, se lo quieren meter entre ellos. Mañana veremos si Riesco es buen portero, y viendo venir el balón, ha sido capaz de meter la mano en el último momento y desviar el esférico fuera del campo.
 
 
Mundial de 1986. Maradona le mete un gol con la mano a Peter Shilton
en el Inglaterra-Argentina. Foto ALEJANDRO OJEDA
LAS TRES ENTREVISTAS

ISMAEL ÁLVAREZ. Diario de León, 27 de febrero de 2013

SAMUEL FOLGUERAL. Diario de León, 28 de febrero de 2013

CARLOS LÓPEZ RIESCO. Diario de León, 1 de marzo de 2013

Y ESTE CUARTO CRECIENTE, LEÍDO EN FÓRMULA HIT BIERZO.

viernes, 1 de marzo de 2013

Al acecho


Del blog, www.antipoemas.blogspot.com


CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves 28 de febrero de 2012

Ponferrada es una ciudad donde a la gente le cuesta dejarse fotografiar si hay que opinar del ex alcalde, Ismael Álvarez.

Ya lo era hace once años, cuando Álvarez dimitió por primera vez en medio de un aluvión de críticas socialistas, después de ser condenado por acoso sexual. Y seguramente lo seguirá siendo dentro de dos años más, cuando las urnas nos convoquen a todos para votar un nuevo alcalde. No es tiempo suficiente como para que desaparezca ese miedo.

Dice la escritora y periodista Noemí Sabugal, que ayer por la tarde presentaba en León su novela Al acecho, que la sospecha «es una flor salvaje que prende en cualquier suelo». Y está hablando de Madrid en 1936, «una ciudad llena de hombres con pistolas en los bolsillos».

Portada de la novela de Noemí Sabugal. Premio Felipe Trigo

En Ponferrada no llegamos a tanto. El tiempo nos ha vuelto más civilizados. Pero también vivimos entre sospechas.

Nadie quiere hablar más de la cuenta en la calle. No todos se atreven a decir lo que de verdad piensan en el PSOE. Y en un PP dividido, donde todos están al acecho, se impone lo políticamente correcto.
El día 8 de marzo —Día Internacional de la Mujer como bien se ha señalado— el Pleno del Ayuntamiento de Ponferrada votará una moción de censura pactada por el PSOE con Ismael Álvarez para desalojar del gobierno al popular Carlos López Riesco, que fue su delfín. Más de uno ya define el acuerdo como un pacto con el diablo. A alguno le parece una comparación exagerada. Otros siguen viendo en Álvarez, que ha prometido dimitir por segunda vez después del Pleno, una suerte de Maquiavelo, maestro de la conspiración. O un remedo del Conde de Montecristo, ejecutando su venganza.

A nadie se le escapa, sin embargo, que lo que está sucediendo estos días en Ponferrada es un buen ejemplo de aquella frase tan manida, pero tan cierta, que dice que la política hace extraños compañeros de cama.

Y hay otra frase, igual de manida, igual de cierta, que advierte; quien a hierro mata, a hierro muere. No hablo de espadas, claro. Como mucho me refiero al filo de los labios, que también son peligrosos en una ciudad donde demasiada gente se ha puesto en guardia.



Y ESTE CUARTO CRECIENTE, LEÍDO EN FÓRMULA HIT BIERZO.