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miércoles, 31 de julio de 2013

El diablo del mar (1 y 2)


"Era el primer barco insumergible del mundo"

1. Un barco de vapor me quita el sueño... Lo mueven dos ruedas de paletas. Y aprovecha el empuje del viento. Sus mástiles son más altos que las torres de Notre Dame.

2. Lo construyeron en la Isla de los Perros. El monstruo tenía cinco máquinas de vapor y diez calderas. Cinco chimeneas se elevaban sobre la cubierta, y seis palos sostenían las velas. Su constructor, un ingeniero visionario, aseguró que era el primer barco insumergible del mundo. 

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Miércoles 31 de julio de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla...

viernes, 26 de julio de 2013

El diablo del mar (Botadura)

Ilustración de finales de la segunda mitad del XIX

UN (MICRO) FOLLETIN EN UN PERIÓDICO DEL SIGLO XXI
(y en este blog)

A todos los que de vez en cuanto leéis este blog...

El diablo del mar, el microfolletín que venía apareciendo en mi página de Facebook de forma intermitente durante las últimas semanas se convertirá el próximo miércoles 31 de julio en un serial de periódico, como las viejas historias de Alejandro Dumas, de Robert Louis Stevenson o de Julio Verne (y os aconsejo que reviséis su obra si queréis saber más del barco), pero con un formato de microrrelato más adaptado a los gustos del siglo XXI.  Lo hará en las páginas de Diario de León y serán 32 entregas, hasta el 31 de agosto, cada una con su ilustración o fotografía correspondiente, que ocuparán el cabecero de la contraportada en el suplemento de verano León al sol.

La idea es que reunáis todos los números, como si fuera una colección de postales. Y para que nadie se pierda ninguna entrega, este blog también recogerá todos los microcapítulos publicados en el periódico.

Es una historia para compartir. Una narración que busca lectores también en Internet. Así que iré anunciando en Facebook cada entrada. El premio al que aspira este relato es que lo llevéis a vuestros muros o a vuestros blogs, o a donde creáis que alguien pueda leerlo, siempre que respetéis el texto original y citéis su procedencia y a su autor.

Y ahora subid el volumen de vuestro ordenador y llenad la pantalla, porque voy a ser yo el que comparta con vosotros una sorpresa....


ANIMACIÓN DE CODEWORKERS

Acabáis de ver una animación de la web alemana CODEWORKERS, reproducida en este blog con el permiso de su creador, Volker Römer, al que agradezco su amabilidad. Estoy seguro de que os habrá ayudado a entender la fascinación que todavía produce el barco del que os hablo y que navegó de verdad. Hace ciento cincuenta años...

 

Al Andalus

Uno de los vagones restaurante del tren Al Andalus. Foto FEVE

CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves 25 de julio de 2013

Imagínense un tren donde los vagones se llaman Gibralfaro, Alhambra o Medina Azahara. Un tren de cuatrocientos metros de largo, con restaurante, coche bar, salón de té y biblioteca, conexión a Internet gratuita, televisión a bordo y una selección de películas y documentales.

Un tren que hace ochenta años ya usaba la realeza británica para atravesar Francia cada verano desde el puerto de Calais a las playas de la Costa Azul y donde una estancia de seis días y cinco noches en alguna de sus treinta y dos suites -el pasaje máximo son sesenta y cuatro viajeros- cuesta tres mil quinietos euros.
 
Literistas, camareros, cocineros, técnicos de mantenimiento, vigilantes de seguridad, azafatas, maquinistas, guías acompañantes, guías locales y conductores de autorcar para trasladarles a los lugares de interés en cada parada les harán la estancia más fácil.
 
Imagínenselo. Se llama Al Andalus y es el orgullo de Renfe. Un capricho de la Belle Époque entroncado con los mejores ferrocarriles de la historia.
 
Y es un tren que da dinero. Un tren que ya recorrió Andalucía durante veinte años, que ha sido restaurado con una inversión de cuatro millones de euros para atraer a nuevos millonarios, a turistas amantes del lujo que puedan pagarlo, y que ahora está ampliando sus rutas por el norte de España para aumentar su rentabilidad.
 
Este verano se ha detenido en Ponferrada con periodistas de dieciocho nacionalidades en un viaje promocional, pero el próximo año lo hará con turistas de verdad y volveremos a admirarlo.
 
La locomotora 31 del tren minero, todavía en activo, en una imagen sin fechar
 
Y ahora imagínense una vía muerta. Una locomotora de vapor estacionada en un museo que ya no tira de ningún vagón, aunque también haya sido restaurada para que vuelva a hacerlo.
 
Imagínense un proyecto cogiendo polvo en un cajón porque cuesta demasiado dinero.
 
Imagínense que la excusa de la crisis lo tiene encerrado bajo siete llaves. Y quizá sólo lo quieran para desempolvarlo un poco y retener algunos votos cuando lleguen las siguientes elecciones. Como ya ha pasado.
 
Seguro que saben que existe una línea ferroviaria que ya no llega a Ponferrada y por donde sólo circula -casi hay que decir circulaban- vagones de carbón.
 
Seguro que saben que también existe un intercambiador donde ya no llegan los transportes de antracita que ha sufrido el expolio de los saqueadores de chatarra durante años.
 
Y no tienen que seguir imaginando nada. Esto no es ninguna adivinanza. Es el tren minero, el tren turístico minero, que languidece mientras nos llegan los ecos de lo que podría llegar a ser algún día si quien tiene que apostar por él se dedice a hacerlo.


 
Un artículo sobre trenes, tiene que llevar hoy, necesariamente, algo que nos recuerde lo que ha pasado con el Alvia descarrilado en Santiago de Compostela
 
 

martes, 23 de julio de 2013

Zombis

Anoche soñé que Mariano Rajoy decidía comparecer en el Congreso después de que un periodista rumano le leyera este texto. Cuando desperté, noté que algo se movía en el armario...

Así nos podemos quedar cuando nos enseñen todo el armario de Bárcenas.
De la película "La novia cadáver", de Tim Burton.

CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves 18 de julio de 2013

En política todo el mundo tiene un cadáver en el armario. O al menos eso es lo que dice una de las expresiones a las que de vez en cuando recurre nuestra clase dirigente.

Nunca me la había tomado en serio. Era un lugar común. Una excusa para calmar la mala conciencia, nada más.

Pero después de las últimas revelaciones del innombrable, o sea, del hombre que hasta hace poco contaba el dinero del PP, resulta que los españoles, todos los españoles, hemos descubierto que el armario de Bárcenas esconde un verdadero cementerio.

El cadáver más importante, claro, es el de Mariano Rajoy.

Y menuda cruz la de un presidente esquivo con los periodistas, que se protege detrás de la pantalla de un televisor para que nadie le haga preguntas, o idea una triquiñuela impropia de un gobernante para leer una declaraicón escrita cuando tiene que comparecer en rueda de prensa.

Rajoy se niega ahora a acudir al Parlamento. Dice que un presidente del Gobierno no puede rebajarse a responder a un delincuente.

Y es verdad que huele a muerto. Porque al supuesto delincuente lo nombró él. Y lo que está diciendo Luis Bárcenas delante de un juez no es cualquier cosa.

Está diciendo que el Gobierno que nos pide que nos apretemos el cinturón ha cobrado sobresueldos. Y que se apoya en un partido que ha ingresado dinero negro de sus donantes.

El mismo Gobierno, recuerden, que está cerrando la minería del carbón porque no es rentable. Y que reparte dinero en obras públicas. Un Gobierno de zombis. Y el hombre que les acusa es el mismo al que Rajoy envió mensajes de apoyo hasta el mes de marzo, incluso después de saber que guardaba dinero en Suiza.

Dice el presidente que lo único que prueban esos sms vergonzantes es que no cedió al chantaje. Y sólo hay que echarles un vistazo para darse cuenta de que más bien lo que quería era tener callado a su antiguo tesorero.

Porque cada vez que Bárcenas abre la boca cava una fosa.

Y no hay armario que lo esconda.

Ni nariz que aguante tanta putrefacción.

viernes, 12 de julio de 2013

Café solo


Los posos del café....

CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves 11 de julio de 2013
 
Me despierto intranquilo. Y pienso que es el calor. Abro la prensa digital en el ordenador del cuarto donde guardo los libros y compruebo que Bárcenas sigue en la cárcel.
 
Rajoy todavía no ha dimitido.
 
Cospedal dice que las mentiras no dejan rastro documental.
 
Y los abogados del innombrable, desbordados por las confesiones del tesorero ante Pedro Jota, renuncian a defenderle.
 
Me preparo un café cargado. No le echo azúcar. El calor sigue siendo insoportable. Y en la pantalla del ordenador, el cursor me muestra nuevas informaciones.
 
Bolivia exige disculpas a España por retrasar el avión de Evo Morales en Viena. Un columnista opina que el trato que ha recibido el mandatario latinoamericano ha sido humillante.
 
Edward Snowden, el héroe o el traidor, según quien lo juzgue, continúa en una sala de tránsito del aeropuerto de Moscú. Y los Estados Unidos de Obama amenazan con tomar represalias si algún país se atreve a ofrecerle asilo.
 
Le doy un sorbo al café y veo que hay malas noticias en la sección de Economía, como siempre. El Fondo Monetario Internacional advierte de que no volveremos a crecer hasta el año 2015. Menudo jarro de agua fría.
 
Y sigo. Ángela Merkel no da su brazo a torcer con el déficit. Nos sigue apretando. El ministro Wert, que se ha puesto cabezota, también.
 
El café está demasiado caliente. Demasiado amargo. Y llego a las páginas de Deportes.
 
Valverde y Contador preparan la contrarreloj del Tour de Francia.
 
Villa ficha por el Atlético de Madrid.
 
Callejón se va al Nápoles.
 
Demasiado fútbol, opino. Y leo en los breves que Alonso reclama un Ferrari más rápido, capaz de hacerle ganar tres carreras seguidas. Y que Lorenzo todavía no se ha recuperado de su clavícula rota, pero volverá a correr. Qué jabato.
 
Entonces entro en la sección provincial y me encuentro con la peor noticia de todas, porque es la que nos toca más cerca: La Crónica cierra en León, leo, mientras pienso en lo solos que nos dejan.
 
Y el café se me atraganta.

viernes, 5 de julio de 2013

Achtung

"En las carreras, antes de la salida", de EDGAR DEGÁS

CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves 4 de julio de 2013
 
Nadie daba un duro por aquel caballo. Se llamaba Peligro. Peligro en alemán. Y nunca había ganado una carrera.
 
Peligro, o habría que escribir Achtung, que también significa Respeto o Atención, se colocó en la línea de salida del Hipódromo de La Zarzuela el pasado domingo con todas las apuestas en contra. Cuarenta a uno, nada menos.
 
Se corría el Gran Premio de Madrid, la prueba más importante de la temporada, la más emblemática, la que quieren ganar todos los criadores de caballos, todos los propietarios, todos los jinetes cuando miran el calendario.
 
Achtung era un purasangre de cuatro años de edad. Un caballo más bien mediocre, a juzgar por sus resultados. Nada que ver con el palmarés del favorito. Y nadie, salvo su criador y su jinete, tenía fe en él.
 
Cuando colocaron a los doce purasangres en sus cajones, todo el hipódromo sabía que el preparador de Achtung, enfermo de leucemia, había muerto cinco horas antes en un hospital. Mientras la enfermedad se lo permitió, aquel hombre había acudido regularmente al hipódromo para trabajar con su último corcel. Después, dirigió los entrenamientos por teléfono, hasta que la semana anterior a la carrera, el cáncer le quitó la voz.

"Carreras de caballos. Antes de la salida". Otro óleo de EDGAR DEGÁS
 
Achtung salió mal. Y corrió prácticamente toda la carrera entre los últimos puestos, su lugar habitual.
 
Pero en la recta de meta ocurrió algo inexplicable. Peligro comenzó a remontar. Uno tras otro fue adelantando a todos los caballos. Se situó a la altura del favorito. Y con todo el hipódromo conteniendo el aliento, le batió en el sprint final.
 
Es una grandiosa metáfora. Si nos la cuentan en una película, pensaríamos que el guionista se ha pasado de sentimental. Si la leyéramos en una novela, opinaríamos que el escritor ha visto muchas películas.
 
Pero sucedió de verdad. Y en estos tiempos de imputados de cuello blanco, de Correas y Bárcenas, y de gente resignada a pagar sus peajes, que un caballo espoleado por la pena sea capaz de ganar a los grandes favoritos en la carrera del año es -créanme- la noticia que todos los periodistas estábamos deseando contar.

lunes, 1 de julio de 2013

El diablo del mar (Prefacio)


Alejandro Dumas caricaturizado en La Lune,
publicación de folletines

RAZONES PARA RESUCITAR EL FOLLETÍN,
SI ES QUE ALGUNA VEZ ESTUVO MUERTO

Ritmo intenso. Argumento inverosímil. Simplicidad psicológica de los personajes. Es la definición de la wikipedia del folletín, el género dramático nacido en Francia en la primera mitad del siglo XIX.  Literatura fácil, sencilla, efectiva, sí. Pero no todos los argumentos eran inverosímiles. Ni todos los personajes de las tramas de cartón.

Grandes escritores publicaron por entregas algunas de las mejores novelas de aquellos años. Novelas populares. Historias de aventuras. Relatos de misterio. Desde Los tres mosqueteros a El conde de Montecristo, de Alejandro Dumas, Los miserables de Víctor Hugo, Madame Bovary de Flaubert, Comedia humana de Balzac, o las narraciones de anticipación de Julio Verne, el folletín traspasó fronteras. Robert Luis Stevenson publicó así La flecha negra y Charles Dickens o Wilkie Collins, entre los escritores anglosajones, también siguieron su estela. Emilio Salgari dio vida por entregas a su saga de Sandokán y Carlos Collodi publicó sus aventuras de Pinocho. En Rusia, el gran Tolstoy dio a conocer de esta forma su monumental Guerra y Paz. Y Dostoievski, El mensajero.Y en España, el omnipresente Benito Pérez Galdós también fue asiduo del género. 


El barco del que os hablo, cuando todavía se llamaba Leviathan.


Estos días he llenado mis dos muros de Facebook (el original y la página de escritor que abrí para que cualquiera pueda seguir lo que hago) con las imágenes de un barco. Es el comienzo de un relato de misterio. Las redes sociales y este blog, donde a partir de ahora voy a recuperar todas las entradas publicadas para que nadie se pierda y donde seguiré la trama simultáneamente, le vienen como anillo al dedo al folletín. Y si después de esto, la narración se filtra además al papel impreso, completando un volumen de cuentos, dependerá en buena medida del interés que logre despertar en vosotros. La idea es que la compartáis en vuestros muros si os gusta, o en vuestros blogs si los tenéis, siempre, claro, que respetéis el texto y nombréis quien la está escribiendo. Alguna novela reciente ha encontrado así sus lectores. Y este es el experimento que os propongo. Agradeceré vuestros comentarios, vuestras sugerencias, las novelas o los cuentos a las que os recuerda, como algunos ya estáis haciendo en Facebook.

Y respecto a la definición de folletín que ofrece la wikipedia, no le hagáis del todo caso. Lo más terrible de la historia que os estoy contando, por inverosímil que parezca, es que es cierta. Aquel barco de cinco chimeneas, doscientos once metros de eslora, y mástiles más altos que las torres de Notre Dame, tenía un eco extraño en el doble casco. Y navegó...