Buscar este blog

sábado, 31 de agosto de 2013

El diablo del mar (33 y)


"Una y otra vez, una y otra vez, hasta ponerlo en su lugar"

    
33. "¿Se ha vuelto loco?", le preguntaron los obreros a su capataz cuando en vez de continuar con el desguace, vieron cómo se escupía en las manos, cogía un martillo del suelo y comenzaba a golpear el remache, una y otra vez, una y otra vez, hasta ponerlo en su lugar.
                                                                          ***

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Sábado 31 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla....

viernes, 30 de agosto de 2013

Pequeñas cosas


  
Mineros de Río Tinto. Podría ser La Gran Corta. Foto V. TORNET.
CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves, 29 de agosto de 2013

Cosas que están a punto de extinguirse en todas partes: Los buzones de correos. Las cabinas de monedas. Las monedas. Los pasos a nivel sin barreras. Las escaleras sin rampas para minusválidos. Las calles del centro de las ciudades sin zona azul. Los libros de bolsillo. Los periódicos de papel. Los repartidores de periódicos de papel. El papel. Los lectores de libros.

Cosas que están a punto de extinguirse en Villablino, en Matarrosa del Sil y en Tremor de Abajo: El oso pardo. El urogallo. Los tréboles de cuatro hojas. Los robles centenarios. Las noches de verano en la plaza del pueblo. Y los mineros del carbón.

Cosas que se extinguirán en Villablino, en Tremor de Arriba y en Tremor de Abajo, en Igüeña, en Fabero, en Torre del Bierzo, quizá también en Toreno o en Caboalles, o en Santa Cruz del Sil y en Santa Marina de Torre, en Brañuelas, en La Granja y en Montealegre si dejamos que se extingan los mineros del carbón: Los bares. Los restaurantes. Los cines. Las verbenas. Las tiendas de ultramarinos. Las paradas de autobuses. Los apeaderos del tren. Las vías del tren. El tren. Las tiendas de fotografía. La fotografía. Las fotos del carné. La gente. Los recuerdos.

Cosas que echaré de menos si se extinguen los mineros del carbón: A mi padre. A mi abuelo. La infancia que perdí. Algunos recuerdos que sobrevivieron.

Cosas que hacer para evitar que se extingan los mineros del carbón, y con ellos los últimos recuerdos de la infancia de un niño que ayer cumplió cuarenta años.

Cambiar al ministro de Industria.

Cambiar al Gobierno que sostiene al ministro de Industria.

Cambiar a los parlamentarios que sostienen al Gobierno que sostiene al ministro de Industria, porque anteponen el respeto a unas siglas al respeto a sus electores.

Cambiar el sistema que permite que votemos por ellos en listas cerradas. Refundar esta democracia para que nos represente a todos.

Y cambiarnos a nosotros. Porque si no creemos en nosotros, no dejarán que cambiemos nada y nos extinguiremos como los buzones de correos. Las cabinas de monedas. Y los trenes de vapor.

El diablo del mar (32)


"Hallaron un remache suelto en la línea de flotación". ROBERT HOWLETT
 
    
32. Pero no descubrieron ningún hueso. Sólo hallaron un remache suelto a la altura de la línea de flotación, que se balanceaba en una sección sin numerar como si les estuviera haciendo burla.

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Viernes 30 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla....

jueves, 29 de agosto de 2013

El diablo del mar (31)




"Estaban convencidos de que encontrarían dos esqueletos abrazados"
        
31. Y los que conocían la historia del barco estaban convencidos de que encontrarían dos esqueletos abrazados entre las cuadernas y el doble casco en cuanto desmontaran todos los compartimentos estanco.

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Jueves 29 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla....

miércoles, 28 de agosto de 2013

El diablo del mar (30)

"La orilla del Mersey se llenaba de ecos metálicos". ALLAN C. GREEN
    
30. Algunos obreros renunciaron a su empleo. Decían que por las noches, la orilla del Mersey donde desguazaban el buque se llenaba de ecos metálicos. Y hasta los perros dejaban de ladrar.

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Miércoles 28 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla....

martes, 27 de agosto de 2013

El diablo del mar (29)


 
"Pero el barco no lo puso nada fácil". ROBERT HOWLETT
     
29. Pero el barco no lo puso fácil. De hecho, a los operarios les llevó dos años desmantelarlo. Incluso tuvieron que emplear una bola de demolición porque no había forma de aflojar los remaches.

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Martes 27 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla....

lunes, 26 de agosto de 2013

El diablo del mar (28)

 
 
"Decidieron venderlo a un chatarrero para el desguace". Foto ROBERT HOWLETT
       
28. El escritor no quiso saber nada del barco. El público de Liverpool tampoco. Y viendo que todo el mundo le daba la espalda, los empresarios que lo habían explotado como teatro decidieron vendérselo a un chatarrero para ganar algún dinero con el desguace.

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Lunes 26 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla....


domingo, 25 de agosto de 2013

El diablo del mar (27)


"En el puerto de Liverpool, convertido en un teatro flotante"
     
27. Verne preguntó qué había sido sido del buque de hierro en el que había navegado hacía tantos años. Le dijeron que estaba anclado en el puerto de Liverpool, convertido en un teatro flotante. Pero pocos músicos se atrevían a tocar en él.

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Domingo 25 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla....

sábado, 24 de agosto de 2013

El diablo del mar (26)


"El timón de su velero estaba roto"
    
26. Julio Verne fue el más ilustre de sus pasajeros. El escritor tuvo un viaje pácido y escribió una novela sobre la nave que tituló Una ciudad flotante. Pero muchos años después de aquella travesía, y mientras descansaba en la cubierta de su yate, el Saint Michel III, soñó que alguien le golpeaba con un martillo en la cabeza. Cuando abrió los ojos, descubrió que el timón de su velero estaba roto.

Julio Verne viajó a bordo.

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Sábado 24 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla....

viernes, 23 de agosto de 2013

Filantropías


Casona de Sierra Pambley en Villablino. FOTO DIPUTACIÓN DE LEÓN

CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves 22 de agosto de 2013

Camino de noche por las calles de Villablino y me encuentro de golpe con un caserón cerrado. Un caserón enorme y oscuro detrás de un muro. Es la vieja casona de Sierra Pambley. Y la oscuridad que envuelve al inmueble del hombre que a finales del siglo XIX se empeñó en cubrir las carencias de la educación pública usando su fortuna personal contrasta con la iluminación del nuevo albergue Giner de los Ríos, justo al lado y recién estrenado por los alumnos de la colonia de verano de la Institución Libre de Enseñanza.

A Sierra Pambley le llamaban "el sembrador de escuelas porque fue abriendo centros de educación por distintos puntos de la geografía leonesa. No les cuento nada que no sepan. Pero su casa, que debería albergar un museo etnográfico que no termina de arrancar por mucho que se lleve hablando de él desde hace dos décadas, está cerrada la mayor parte del año. Y no le sobran herramientas a Villablino -que se ha quedado sin parador nacional, que se está quedando sin mineros, que se quedará sólo con los cráteres de los cielos abiertos cuando se deje de extraer carbón, aunque sus montes tengan el título de Reserva de la Biosfera- no le sobran las herramientas, repito, para frenar la sangría de la despoblación.

La capital de Laciana, que casi ha perdido un tercio de sus habitantes en la última década -miren los censos oficiales- se asoma a un abismo de prejubilados, negocios cerrados, apatía y desánimo.

Un museo no va a cambiar nada. Pero un msueo y un parador nacional, y una estación de esquí tan cerca como la de Leitariegos, y una autovía con Asturias o el tren turístico minero, que languidencen en el cajón de los proyectos aparcados, y la vida cultural que promueve la Fundación Sierra Pambley, y el urogallo, que ya no se encuentra en cualquier parte, y el oso pardo, que siempre despierta la curiosidad de la gente, pueden, deben ayudar a invertir esa tendencia.

Se trata de sembrar un poco de ilusión, de poner en valor los instrumentos que tenemos. De diseñar un plan de actuación que evite que Villablino se vaya al carajo. Y de hacerlo ya. Sin esperar a que nazca otro filántropo, ilustrado y progresista, y dispuesto a sacarnos las castañas del fuego.

El diablo del mar (25)




"El barco tuvo una segunda oportunidad". LITOGRAFÍA DE CHARLES PARSONS
      
25. La reina nombró Sir a su nuevo capitán, orgulloso de la hazaña. El viento soplaba a favor y el barco tuvo una segunda oportunidad. Los Estados Unidos ya no estaban en guerra y París celebraba una de sus primeras exposiciones universales. Y así fue como un armador francés lo compró a buen precio para fletarlo como transporte de viajeros. De Liverpool a Nueva York. Y de Nueva York a Brest.

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Viernes 23 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla....

jueves, 22 de agosto de 2013

El diablo del mar (24)

 


"Capaz de almacenar cuatro mil kilómetros de cable"
    
24. Nuevamente reparado, la naviera tuvo que subastar el gran barco para evitar la ruina. Adquirido por una cuarta parte de su valor, a alguien se le ocurrió que aquella enormidad de acero era la única nave del mundo capaz de almacenar los cuatro mil kilómetros de cable submarino que debían unir Europa y América por telégrafo. Y la operación fue un éxito.

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Jueves 22 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla....

miércoles, 21 de agosto de 2013

El diablo del mar (23)


"Un cajón de aire comprimido, sujeto al caso"
 
23. Ningún puerto de los Estados Unidos contaba con el suficiente calado para reparar el barco en un dique seco. Así que tuvieron que usar un cajón de aire comprimido, sujeto al casco con cadenas. La reparación fue lenta y costosa. Los obreros que se metían en aquel compartimeto salían a los pocos minutos con ataques de claustrofobia. Decían que allá abajo se escuchaba con toda claridad el llanto de un niño.

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Miércoles 21 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla....

martes, 20 de agosto de 2013

El diablo del mar (22)


"Trató de atracar en la Bahia de Flushing y la quilla tropezó"


22. El capitán, precavido, evitó la Bahía de Nueva York, que era poco profunda y trató de atracar en la de Flushing. Aun así, la quilla tropezó con una roca. Y la roca abrió una brecha de veinticinco metros de largo y tres de anchura que hubiera hundido a cualquier otro barco que no hubiera estado divido en compartimentos estanco.

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Martes 20 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla....

lunes, 19 de agosto de 2013

El diablo del mar (21)


"El barco empezó a remontar su mala fama". THOMAS GOLDSWORTH DUTTON


21. No ocurrió nada ni en la quinta ni en la sexta travesía y el barco empezó a remontar su mala fama. Y a ganar dinero para la naviera. Pero en el séptimo viaje a América, con las bodegas llenas y más de mil quinietos pasajeros a bordo, el calado de la nave aumentó y la hizo más vulnerable. 

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Lunes 19 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla....

domingo, 18 de agosto de 2013

El diablo del mar (20)

 
"La carga sacudía las paredes de la bodega". PINTURA DE HENRY CLIFFORD

 
 20. El capitán decidió ocultar lo sucedido. Pero la carga, liberada de sus anclajes, sacudía las paredes de la bodega y asustaba a los pasajeros. Ya no había caballos a bordo, pero los fardos hacían el mismo ruido cuando chocaban contra el casco.


El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Domingo 18 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla...

sábado, 17 de agosto de 2013

El diablo del mar (19)

"Un fuerte vendaval hizo zozobrar la nave".  PINTURA DE HENRY CLIFFORD
  
 19. El cuarto viaje fue peor. Mucho peor. Sólo llevaban veinticuatro horas en el mar cuando un fuerte vendaval hizo zozobrar a la nave. Una de las ruedas de paletas se perdió en el océano y la otra se hizo pedazos después de que se desprendiera un bote. Y el poste del timón se partió y empezó a golpear a la hélice como si fuera el brazo de un remachador.


El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Sábado 17 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla...

viernes, 16 de agosto de 2013

Cruce de barcos



HMS Ilustrious, buque insignia de la flota británica


  
CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves 15 de agosto de 2013

Dos flotas se dirigen estos días hacia las aguas del Estrecho. En la primera navegan hombres uniformados, militares disciplinados que acatan órdenes y que en medio de un repunte del enquistado enfrentamiento diplomático sobre la soberanía de Gibraltar -y se cumplen trescientos años desde aquel tratado que zanjó una guerra entre reyes- enseñarán la proa de sus barcos en el epicentro del conflicto para recordar que siempre lleva la razón quien demuestra que tiene más fuerza.

Esta primera flota de la que les hablo la encabeza el portaviones ligero HMS Ilustrious, el buque insignia de la armada británica, un gigante de doscientos nueve metros de eslora y treinta y seis de manga, equipado con aviones Harrier de despegue vertical y helicópteros Sea King, con una tripulación de seiscientos ochenta y cinco marineros y oficiales y un grupo aéreo de trescientos sesenta y seis miembros.

El Ilustrious, propulsado por cuatro turbinas de gas, ocho generadores diésel y dos hélices, no navega sólo. Le acompañan nueve barcos de guerra que harán escala en La Roca para participar en unas maniobras tan rutinarias como oportunas para los intereses del Peñón. Con tanto despliegue de fuerza, parece un chiste que a la flota británica se le vaya a unir en Finisterre la pequeña patrullera española Centinela, cuyo nombre lo dice todo sobre su misión.

La otra flota que navega hacia El Estrecho no tiene tanto hierro. De hecho es una flota de barcas hinchables. Una flota de goma, de barquitos de recreo que no valen más de cien euros y que a estas horas puede estar zarpando desde cualquier rincón escondido de la costa de Marruecos. Los inmigrantes subsaharianos arriesgan la vida en esas colchonetas para cruzar los últimos catorce kilómetros de mar que les separan de Europa sin tener que pagar los mil euros que les cobran las mafias de las pateras.

Son hombres y mujeres desesperados. Su única disciplina es un sueño. Una necesidad de salir de la miseria. Y también les aguardan algunos centinelas. Pero nadie hablará demasiado de ellos. No tienen suficiente eslora como para hacerle sombra a los sobresueldos de Bárcenas.

El diablo del mar (18)


"Apenas subieron a bordo unas decenas de curiosos"

18. Y cuando el buque llegó a Nueva york, nueve días y trece horas después, nadie le hizo caso. Se había declarado la Guerra de Secesión en los Estados Unidos, el Norte y el Sur comenzaban a desangrarse, y apenas subieron a bordo unas decenas de curiosos que habían pagado los veinticinco centavos que costaba visitarlo.


El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Viernes 16 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla...

jueves, 15 de agosto de 2013

El diablo del mar (17)




"La tercera travesía fue la más accidentada".
17. La tercera travesía fue la más accidentada. El transbordador que acercaba a los pasajeros al barco desde el puerto de Mildford Haven, en la Costa de Gales, encalló en una roca y los cien viajeros que habían comprado un billete para América tuvieron que ser rescatados junto a sus equipajes.

El diablo del mar. Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Jueves 15 de agosto de 2013
Si te gusta esta historia, compártela para que otros puedan leerla...

miércoles, 14 de agosto de 2013

El diablo del mar (16)



"Los caballos golpeaban las paredes con sus cascos"
 16. La nave transportó militares en su segundo viaje. Dos mil soldados con sus oficiales. Y doscientos caballos que debían desembarcar en Quebec. Y nada ocurrió tampoco, salvo que los caballos relinchaban como locos cada noche y golpeaban las paredes con sus cascos hasta que sus cuidadores bajaban a las bodegas para tranquilizarlos.


El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Miércoles 14 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla...

martes, 13 de agosto de 2013

El diablo del mar (15)


"Tardó diez días". JULES FÉRAT

 15. El barco tardó diez días y diecinueve horas en llegar a Nueva York. Y aunque parezca extraño, no sufrió ningún accidente en las calderas, ni le azotó ninguna tempestad, ni se interpuso en su ruta ningún iceberg. Pero al concertista del salón de primera clase le parecía escuchar un repiqueteo metálico cada vez que deslizaba sus dedos sobre las teclas del piano.

"El pianista oía repicar". JULES FÉRAT

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Martes 13 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla...

lunes, 12 de agosto de 2013

El diablo del mar (14)




"Sólo cuarenta y tres pasajeros se embarcaron a Nueva York"
14. El presidente de la naviera le propuso a su consejo de administración realizar viajes más cortos. Limitarse a cruzar el Atlántico. Y el resultado tampoco fue mucho mejor. Sólo cuarenta y tres pasajeros, ocho de ellos invitados por la compañía, se atrevieron a embarcarse en la primera travesía del buque a Nueva York.

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Lunes 12 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla...

domingo, 11 de agosto de 2013

El diablo del mar (13)


Demasiados días en el mar, pensaban los viajeros"
 13. Su constructor lo había diseñado para afrontar trayectos de larga distancia. De Inglaterra a la India. Y de la India a Australia. Sin detenerse en ningún puerto. Pero los viajeros que accedían a visitar el buque después de muchos ruegos de la compañía lo tenían claro. Demasiados días en el mar -pensaban mientras observaban los pescantes con los botes salvavidas- para navegar a bordo de un barco impredecible.

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Domingo 11 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla...

sábado, 10 de agosto de 2013

El diablo del mar (12)



"La tripulación del barco subía a bordo a regañadientes"
12. Al barco le quitaron el nombre del diablo. Dejó de llamarse Leviatán. Y en el mes de marzo, eligieron a un nuevo capitán para que sustituyera al desgraciado Harrison. Pero no fue suficiente para alejar el mal fario del buque y a nadie se le pasaba por la cabeza subir a bordo, excepto a la tripulación, que lo hacía a regañadientes.

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Sábado 10 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla...

viernes, 9 de agosto de 2013

En el planeta de los simios

 
Fotograma de El planeta de los simios
de Franklin J. Schaffner

 
CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves 8 de agosto de 2013 

"Debe existir algo mejor que el hombre en el Universo", le decía el personaje que interpretaba Charlton Heston a uno de sus compañeros de misión, al comienzo de El planeta de los simios, para explicarle la razón por la que había renunciado a vivir en la Tierra y se había convertido en astronauta.

Y les recuerdo, por si acaso, que en aquella película de Franklin J. Schaffner basada en la novela de Pierre Boulle los humanos eran los animales salvajes y los monos los seres civilizados.

Leo que los miembros de Los Ángeles del Infierno, la banda de moteros alemanes detenida estos días en Mallorca, encerraban en jaulas para perros a las mujeres que secuestraban, prostituían y usaban como correos de dinero negro.

Leo que en León, la Policía interviene en un caso de violencia de género cada dos días.

Y leo que en Ponferrada, la Policía ha detenido a cuatro hombres por maltratar a sus parejas durante el mes de julio.

Y veo en la televisón que un hombre con orden de alejamiento ha asesinado a martillazos a su pareja, con la que había tenido cuatro hijos. O que los pederastas se organizan en redes para abusar de los niños.

Y me entero de que unas inmigrantes que viajaban en una patera cerca de Melilla han amagado con arrojar al mar a sus hijos para que la Guardia Civil no las interceptara. Así de desesperadas estaban.

Entonces pienso que, en algunos aspectos, los simios deben estar más avanzados que nosotros. Me cuesta imaginar a un oragután que le quite la vida a una hembra de su especie por celos. A un mono que mate a sus crías por venganza. O a un chimpacé que, huyendo de los leones, use a su camada como escudo para ponerse a salvo en un árbol.

Y sí, ya lo sé, no se puede condenar a la raza humana porque entre nosotros vivan monstruos sin escrúpulos o individuos que no respetan a sus semejantes.

Sí, ya sé que el hombre también tiene luces. Pero las sombras, cuando aparecen, son tan negras que dan ganas de escudriñar entre las estrellas, por si hubiera un planeta mejor.

El diablo del mar (11)




"Vieron cómo la tormenta engullía el bote del capitán".
  11. Desde los muelles de Southampton vieron cómo se acercaba la tormenta. Vieron cómo la tormenta engullía al bote del capitán Harrison. Y la lancha, con todos sus remeros, se hundió antes de que el experto marino lograra desembarcar en el puerto.

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Viernes 9 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla....

jueves, 8 de agosto de 2013

El diablo del mar (10)


"Se embarcó en un bote". JULES FÉRAT
 10. El primer capitán del barco era un marino experimentado. De no ser por su coraje, el buque no hubiera llegado a ningún puerto después de la explosión de la caldera. Se llamaba William Harrison y mientras reparaban al gigante maltrecho para devolverlo a los astilleros, se embarcó en uno de sus botes y navegó hasta los muelles de Southampton.


"Se llamaba William Harrison".

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Jueves 8 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla...

miércoles, 7 de agosto de 2013

El diablo del mar (9)


"El monstruo quedó amarrado en la Isla de los Perros"
 9. Remolcaron el barco. Enterraron a su creador. Reconstruyeron la rueda de paletas y el salón de primera clase. Y cuando llegó la primavera, el buque estuvo preparado para navegar de nuevo. Pero la leyenda negra que arrastraba comenzaba a pesar tanto que nadie quería embarcarse en el viaje inaugural. El monstruo quedó amarrado en la Isla de los Perros. Y los últimos trabajadores de los astilleros difundieron el rumor de que en cuanto anochecía, retumbaban en el casco los martillazos de un remachador.

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Miércoles 7 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla...

martes, 6 de agosto de 2013

El diablo del mar (8)


"Se consumió, se consumió..." ROBERT HOWLETT
 
8. El constructor se consumió, se consumió, se consumió... Ya no se levantó de la cama. Diez días después de la explosión de la caldera, aquel hombre ambicioso, exigente y malhumorado moría sin haber navegado nunca en su barco.

"Sin haber navegado nunca en su barco". GEORGE STACY

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Martes 6 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla....

lunes, 5 de agosto de 2013

El diablo del mar (7)



"Una caldera estalló cuando navegaban frente a la costa de Hastings"
  7. A los cuatro días, con el ingeniero en la cama después del infarto, la naviera decidió que no podía esperar más tiempo para probar el barco. Remolcaron al gigante por el río Támesis, despertando la admiración de toda la ciudad de Londres. Pero alguien olvidó abrir una llave de paso y una de las diez calderas estalló cuando navegaban frente a la costa de Hastings. La exposión mató a cuatro fogoneros y destrozó el gran salón de primera clase.

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Lunes 5 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla...

domingo, 4 de agosto de 2013

El diablo del mar (6)



"Su constructor estaba en la bancarrota". ROBERT HOWLETT
  6. Fueron necesarias diez semanas y unas bombas de ariete para botar el barco de costado, centímetro a centímetro. Pero cuando la nave estuvo en el agua, la operación había encarecido tanto el coste que su constructor estaba en la bancarrota. El día marcado para que el buque navegara por primera vez hacia la desembocadura del Támesis, la ansiedad y la falta de sueño le traicionaron y le dio un ataque al corazón.

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Domingo 4 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla... 

sábado, 3 de agosto de 2013

El diablo del mar (5)


"Varado en el astillero, apenas se había movido". ROBERT HOWLETT

 5. Tres mil personas se habían reunido en la ribera del Támesis para presenciar la botadura. Y de repente, se escuchó una explosión. La tensión había roto uno de los cabestrantes y había provocado el estallido de la máquina de vapor que tiraba de las cadenas. Había un hombre muerto y algunos heridos. Y el barco, varado en el astillero, apenas se había movido un metro.

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Jueves 1 de agosto de 2013
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla....

viernes, 2 de agosto de 2013

Dopajes



Los cien metros lisos, cuando todos éramos inocentes.
 
CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves 1 de agosto de 2013

No. No era un caballo cualquiera. Era un caballo dopado. O eso dicen los análisis. Achtung, el caballo que hace tres semanas ganaba contra todo pronóstico el Gran Premio de Madrid, la carrera más importante de la temporada, horas después de que su preparador muriera de cáncer, ha dado positivo en un control antidopaje. Le han detectado fenilbutazona en la sangre y lo que parecía un cuento perfecto se ha quedado en una decepción.

La de Achtung, del que ya les he hablado en este espacio, es la historia de nuestro tiempo. Y no me refiero sólo a las carreras de caballos o al deporte en general.

No existen los milagros, nada más. Existe el esfuerzo honesto. Y existen los atajos, que antes o después conducen al abismo.

Que se lo digan a quienes practican el ciclismo profesional, con los mejores corredores de los últimos quince años en entredicho y la sensación de que había barra libre para doparse. Que se lo digan a Lance Armstrong, que ha pasado de la gloria de los siete Tours a la página más vergonzosa de la historia del deporte de pedales. El ciclismo está ahora tiritando.

Que se lo digan a los atletas. Los velocistas en primer lugar. La prueba de los cien metros lisos es un rosario de corredores dopados en los últimos años. Sólo Usain Bolt resiste en su pedestal. Y esperemos que sus cimientos sean firmes.

Gimnastas, lanzadores, los primeros tenistas, quién sabe si a partir de ahora que van a generalizar los controles antidopaje también veremos caer a algún futbolista.

Es la ley de la trampa. La picaresca universal. Lo que esconde la realidad que no nos estaban contando.
Y eso se puede extrapolar, claro, a otros ámbitos.

Piensen en el mundo financiero. En todos los productos de riesgo, empezando por las participaciones preferentes con las que las entidades bancarias han tratado de "atrapar a toda costa" -así se expresaba esta semana un abogado en la demanda de una viuda de Bembibre contra la antigua Caja España por usar dinero de su marido fallecido- los fondos de los pequeños ahorradores. Piensen en los paraísos fiscales y en todas las triquiñuelas a las que recurren algunas de las empresas más grandes para pagar menos impuestos. Dopaje financiero.

Y piensen, por supuesto, en la financiación irregular de los partidos. Los que tocan poder y pueden repartir favores. Piensen en el dinero que ingresaba Bárcenas en la cuenta del PP (y a lo que parece, también en la suya), como antes sucedió con el PSOE y Filesa. Pregúntense a cambio de qué. Y si eso no es jugar con ventaja -dopaje político le han llamado- frente a otras formaciones que también aspiran a lograr nuestro voto en unas elecciones échense a correr.

El diablo del mar (4)


"Se le ocurrió darle el nombre del diablo del mar". ROBERT HOWLETT

4. Los dos remachadores nunca aparecieron. Después de dos días dejaron de buscarlos. Los obreros continuaron trabajando en el barco, convertido en una nueva Torre de Babel flotante. Y llegado el momento de su botadura en el Támesis, la joven hija de uno de los banqueros que había financiado su construcción sorprendió a todos y se le ocurrió darle el nombre del diablo del mar. "¡Leviatán!", lo bautizó.

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Viernes 2 de agosto de 2013.
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla...



jueves, 1 de agosto de 2013

El diablo del mar (3)


"Poco a poco se van apagando los golpes de los martillos"
 3. Anochece en la Isla de los Perros. Poco a poco se van apagando los golpes de los martillos de los remachadores. Obreros de todas las nacionalidades ayudan a construir el barco en la ribera del Támesis. Nada se sabe desde la mañana de un padre y un hijo que trabajaban en el doble casco.

El diablo del mar © Carlos Fidalgo
Publicado en León al sol. Diario de León. Jueves 1 de agosto de 2013
Si te gusta la historia, compártela para que otros puedan leerla....