CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves 30 de mayo de 2013
Anoche tuve un sueño muy raro. Soñé que caminaba por la calle y quemaban un convento. Soñé que me disparaban desde las azoteas. Y me escondía bajo los aleros. Después me desperté. Me levanté de la cama, aturdido. Miré por la ventana. Y las luces de la ciudad me tranquilizaron.
Volví a echarme en la cama. Me dormí de nuevo. Y soñé que me caía por un barranco y nunca tocaba fondo. "Esto es nuestra economía", pensé en sueños. Y me puse a dormir de costado.
Entonces soñé que alguien me perseguía. Yo corría y corría. Y no me movía del sitio. Pero mi perseguidor tampoco me alcanzaba nunca. "Esto es nuestra economía", pensé de nuevo. Y abrí los ojos, desvelado. Me puse a mirar los desconchones del techo. "Tengo que llamar al seguro del hogar", me dije. Y me dormí otra vez.
Tuve otro sueño muy raro. Soñé que me ofrecían entrar en política. Iba en una lista cerrada y me elegían diputado. Soñé que me reunía con el presidente del grupo parlamentario. "Lo importante es que nunca rompas la disciplina de voto", me dijo. Y yo intuí en qué consistía lo de ser político. Y me quedé blanco.M
Me levanté a beber un vaso de agua. Me miré en el espejo. Y estaba pálido. "A ver si amanece de una vez", pensé. Y las luces de la ciudad ya no me tranquilizaron.
Anoche tuve un sueño muy raro. Soñé que caminaba por la calle y quemaban un convento. Soñé que me disparaban desde las azoteas. Y me escondía bajo los aleros. Después me desperté. Me levanté de la cama, aturdido. Miré por la ventana. Y las luces de la ciudad me tranquilizaron.
Volví a echarme en la cama. Me dormí de nuevo. Y soñé que me caía por un barranco y nunca tocaba fondo. "Esto es nuestra economía", pensé en sueños. Y me puse a dormir de costado.
Entonces soñé que alguien me perseguía. Yo corría y corría. Y no me movía del sitio. Pero mi perseguidor tampoco me alcanzaba nunca. "Esto es nuestra economía", pensé de nuevo. Y abrí los ojos, desvelado. Me puse a mirar los desconchones del techo. "Tengo que llamar al seguro del hogar", me dije. Y me dormí otra vez.
Tuve otro sueño muy raro. Soñé que me ofrecían entrar en política. Iba en una lista cerrada y me elegían diputado. Soñé que me reunía con el presidente del grupo parlamentario. "Lo importante es que nunca rompas la disciplina de voto", me dijo. Y yo intuí en qué consistía lo de ser político. Y me quedé blanco.M
Me levanté a beber un vaso de agua. Me miré en el espejo. Y estaba pálido. "A ver si amanece de una vez", pensé. Y las luces de la ciudad ya no me tranquilizaron.
Al alba, me dormí de nuevo. Soñé que me despertaba. Soñé que me levantaba de la cama y desayunaba un café. Soñé que bajaba las escaleras de mi casa y salía a la calle. Y me acercaba al quiosco. Y le pedía al quiosquero mi periódico. Y el quiosquero, que no era el que yo conozco, me miraba raro, muy raro. "No distribuimos ese diario, señor", me dijo. Y yo le respondí que me llevaría cualquier otro y cogí el que tenía más a mano. "No busque información sobre el convento quemado", añadió el quiosquero. Y efectivamente, el periódico tenía un sello muy extraño en la primera página. "Visado por la censura", ponía.
Entonces, sí, la radio de la alarma digital me despertó. "Gallardón quiere prohibir a los periódicos que informen de los sumarios para evitar juicios paralelos", decía el locutor. Y pensé que seguía soñando.
Y AQUÍ OS DEJO LA COLUMNA LEÍDA EN FM BIERZO (107.3 de la FM)