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miércoles, 24 de noviembre de 2010

Cometas


CUARTO CRECIENTE

Diario de León. Martes 23 de noviembre de 2010


El Principito aprovechó una migración de pájaros silvestres para dejar el asteroide B-612, donde arrancaba brotes de baobas, desollinaba volcanes y hablaba con una flor caprichosa.

Los pájaros le llevaron a otros planetas y así conoció a un rey sin súbditos, vestido de púrpura y armiño, que le hizo embajador. A un vanidoso, que le tomó por un admirador. A un hombre de negocios, que creía que las estrellas eran suyas y se pasaba la vida contándolas. A un farolero, que encendía y apagaba un farol sin descanso, porque en su asteroide, el día y la noche duraban un minuto. Y a un anciano que escribía libros de Geografía sin moverse de su despacho y que le aconsejó visitar la Tierra.

La Tierra no era un planeta cualquiera. Allí vivían un puñado de reyes y un montón de geógrafos, eran multitud los vanidosos y los hombres de negocios, incontables los borrachos, aunque la electricidad estaba haciendo desaparecer a los faroleros, que no tenían nada que encender. "El Principito", sin embargo, fue a caer en un desierto donde dio con un piloto que escribía novelas y que escuchó su historia mientras reparaba su avión, varado en las dunas. Después, regresó a su asteroide porque echaba de menos a su flor caprichosa, dejó su cuerpo como una corteza abandonada y no hizo ruido al caer.

Ha pasado mucho tiempo de aquello. El piloto cayó al mar durante un vuelo de reconocimiento, años después, y nunca se volvió a saber de él. La Tierra sigue poblada de reyes, borrachos y vanidosos. Y
El principito ha vuelto a aparecer. Lo han visto en la provincia de Badghis, en el antiguo reino de Afganistán, y los hombres que le han invocado son soldados. Esos soldados de los que hablo tienen armas, chalecos antibala, tienen munición y si no les queda más remedio, disparan. Son españoles, y estoy hablando de ellos porque reparten libros; una traducción al dialecto darí de la novela universal, tan cargada de metáforas, que escribió Antoine de Saint Exupery.

Y no se han quedado ahí. Junto al coleccionista que ha financiado la edición, Fuencisla Gonzalo, han creado la Fundación Cometa para abrir escuelas en Badghis y luchar con otras armas contra el fanatismo de los talibanes. Alguien debería bajar al fondo de mar, donde estará varado entre corales, para que Antoine de Saint-Exupéry lo sepa.

 


KIPLING, HOUSTON Y EL HOMBRE QUE PUDO REINAR

El país de Kafiristán es un lugar que no existe. Lo creó el escritor Rudyard Kipling para narrar las aventuras de dos sargentos ingleses, los truhanes Danny Dravot y Peachy Carnehan, que quisieron convertirse en reyes de una tierra lejana y exótica de la que ningún hombre blanco había logrado regresar con vida, excepto Alejandro Magno.

 

El Kafiristán de Kipling lo llevó al cine John Houston en una estupenda película titulada El hombre que pudo reinar, como el relato original, con Sean Connery y Michael Caine interpretando a los dos protagonistas y robándose planos. ( YouTube - El hombre que pudo reinar - la parte contratante ). Mi fascinación por Afganistán, que es un lugar que sí existe y que está en guerra de verdad, y la evocación de Alejandro Magno que aparece en El agujero de Helmand, la novela sobre un grupo de marines que me publicará Ediciones Menoscuarto en abril, seguramente nazca de esta historia.

Hace unos días leí en El País ('El Principito' contra el talibán · ELPAÍS.com) otra historia fascinante. La protagonista se llama Fuencisla Gonzalo y es una coleccionista de libros que ha financiado la edicición de El Principito en dialecto darí y su reparto entre escuelas, bibliotecas, mujeres y niños de Afganistán con ayuda de las tropas españolas enviadas bajo mandato internacional.  Soldados repartiendo libros. Creo que no hace falta que siga explicando por qué escribí esta columna... 

2 comentarios:

  1. Leí tu columna ayer en la curva mientras esperaba a la luna. Me gustó. Enhorabuena.

    Me gustaría hacerte un par de sugerencias para el blog. Si quieres que un buscador te encuentres deberías no llamar a todas las entradas "Cuarto creciente", esa "etiqueta" está bien para poner como es, como una etiqueta o "tag", en la entrada. Es mejor que coloques de título el propio título de cada columna. Provocas menos confusión al lector en caso de que quiera buscar una entrada determinada. Ahora hay pocas, pero cuando lleves un año, cómo va a encontrar (o tú mismo) la que se titulaba "Cometas". En el caso de la tarta de mierda puedes poner "Cuarto menguante", como querías. Y ahí te lanzo otra idea que estudiamos en Producción periodística. El lector que venga a tu blog, que te lea en el diario, viene buscando algo más.

    El autor de un blog debe preguntarse: ¿para quién estás escribiendo? ¿Escribes para quienes te leen en el periódico? (No = ellos no entrarán aquí si cuelgo sin editar la misma información que en el periódico). ¿Escribes para quienes no te conocen de nada? (No = no te van a llegar a conocer si no contextualizas, aportas, alguien de Málaga no va a tener ni idea de qué estás hablando en la mayoría de los casos ni siquiera de quién eres tú). Entonces...¿para quién escribes? Estás haciendo lo mismo que hace el Diario de León en su página web, es decir, todavía no has llegado a la Internet 2.0, estás todavía en la 1.0 en este blog. Es decir, tienes que dar algo más, un aliciente para que tu lector entre: una explicación al principio de cada entrada en la que des dos o tres pinceladas sobre por qué escribiste eso, por qué te surgió esa idea, una contextualización, una cita a alguien, un enlace a algo que te haya llamado la atención o que quieras que la gente profundice, puedes incrustar un vídeo, una foto, un audio que complete esa columna.

    Y, por supuesto, no tienes que limitarte a trascribir las columnas, puedes crear contenido completamente nuevo para esta plataforma, desde el vídeo de Led Zeppelin que quieras comentar hasta una crónica desde Santander un día cualquiera como el jueves que viene. Ese es el contenido que busca tu lector fiel, algo más cercano, que, aunque pueda seguir siendo periodístico, que no tenga cabida en el periódico, algo más real. Sinergias. Calor.

    Puedes borrar este comentario si no te apetece que lean mis sugerencias.

    Un beso.

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  2. Borrarlo? Este comentario lo voy a poner de post de cabecera.
    Rayos y besos, Tormenta.

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