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sábado, 1 de diciembre de 2012

Esperanza

Del blog www.losmediosdecomunicaciónysociedad.blogspot.es

CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves 20 de septiembre de 2012

Ayer les contábamos que Santiago Carrillo había muerto mientras dormía una siesta en su casa. Casi sin darse cuenta.

También les contábamos que el Rey de España calificaba de quimera la independencia de Cataluña y que Rajoy apelaba a la Constitución para negar la secesión. Les decíamos que Artur Mas no se daba por aludido y seguíamos hablando de la dimisión de Esperanza Aguirre, una semana después de que le arrojaran un tupper a la cabeza.

Les informábamos de que el fiscal general del Estado quiere evitar que los independentistas vascos se conviertan en un caballo de Troya para la democracia.

En el Bierzo, nos enterábamos de que el empresario minero Victorino Alonso ha enviado una carta de despido a los catorce miembros del comité de huelga, en un intento por frenar la protesta contra los recortes de sueldos en los cielos abiertos. Que el Mundial de Ciclismo está en el alero. Y que otros trabajadores, los que recogen la basura en Ponferrada, están planteándose ir a la huelga si la empresa concesionaria opta por despedir a algún compañero, en vista de los recortes que piensa aplicar el Ayuntamiento.

Contábamos que Mitt Romney metía la pata y arremetía contra los votantes norteamericanos que dependen del Estado. Que Rushdie criticaba el video sobre Mahoma y reconocía que hoy le sería imposible publicar un libro como Los versos satánicos. Que en China protestaban contra Japón. Y que la Otan cancelaba las patrullas conjuntas con las fuerzas de seguridad afganas en respuesta a la oleada de ataques talibanes.

De todo eso les hablábamos ayer. Y sin embargo, hoy me despierto con la sensación de que no estamos contando todo lo que pasa. Que se nos escapa algo importante. Deberíamos contarles, por ejemplo, que se nos mueren los viejos y por eso se están reduciendo las listas de espera de la Ley de Dependencia. Titular a cinco columnas que el Imserso se olvida del alzheimer. Y que en una ciudad que no conozco, y esto es lo más importante, alguien ha abandonado un tupper lleno de arroz para que el primer hambriento que pase se alimente de esperanza, en lugar de arrojárselo a la cabeza.


Arroz y una nota

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