Primera página del New York American del 16 de abril de 1912 |
CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves 27 de junio de 2013
Las cuatro chimeneas del tejado de la antigua central térmica de la MSP en Ponferrada, hoy convertida en la primera parte del Museo Nacional de la Energía, siempre me recordaron a los escapes de un barco.
Antes de la restauración, me lo imaginaba varado junto al río, como un viejo cascarón a la espera del desguace. Con las calderas dormidas y los fogones apagados después de su última travesía. Así que cuando crearon la Fundación Ciudad de la Energía y acometieron la recuperación del edificio sin escatimar en gastos, y anunciaron que investigarían el carbón limpio en una planta de oxicombustión en Cubillos, casi me pareció un milagro. Un guiño de la historia. La compensación por todo el aire contaminado, por todas las escombreras de carbón y por todos los cielos abiertos que durante un siglo han estropeado el medio ambiente del Bierzo.
Las cuatro chimeneas del tejado de la antigua central térmica de la MSP en Ponferrada, hoy convertida en la primera parte del Museo Nacional de la Energía, siempre me recordaron a los escapes de un barco.
Antes de la restauración, me lo imaginaba varado junto al río, como un viejo cascarón a la espera del desguace. Con las calderas dormidas y los fogones apagados después de su última travesía. Así que cuando crearon la Fundación Ciudad de la Energía y acometieron la recuperación del edificio sin escatimar en gastos, y anunciaron que investigarían el carbón limpio en una planta de oxicombustión en Cubillos, casi me pareció un milagro. Un guiño de la historia. La compensación por todo el aire contaminado, por todas las escombreras de carbón y por todos los cielos abiertos que durante un siglo han estropeado el medio ambiente del Bierzo.
Ahora nos dicen que la Fundación Ciudad de la Energía va a desaparecer. Y que el único puesto que peligra es el de su director. Que el proyecto de oxicombustión tendrá continuidad. Y que las obras de la segunda parte del Museo, en la otra térmica que funcionó en Ponferrada, la de Compostilla I, unos metros más arriba del río, se acabarán en el tiempo previsto.
Nos lo dice un Gobierno que está cerrando la minería del carbón. Fríamente. Que privatizó la empresa pública Endesa, mascarón de proa de un sector estratégico como el de la energía eléctrica, y ahora no puede hacer nada si los nuevos dueños -la sociedad (pública) italiana Enel- decidieran, como parece, cerrar la central de Compostilla II.
Y nos lo dice después de haber recortado las dimensiones del proyecto. Menos fondos de los previstos inicialmente para investigación. Menos inversión en la segunda fase del Museo. Y un ajuste en la plantilla de personal de la Fundación.
Así que es cuestión de creerles o no. Yo les confieso que estos días, cada vez que paso cerca de las cuatro chimeneas del tejado de la antigua central térmica de la MSP en Ponferrada, sigo pensando en un barco. También tenía cuatro chimeneas. Y era un invento soberbio. Se hundió un día de abril de 1912, después de chocar contra un témpano de hielo.
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