Del blog Juanblan.co |
CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves 7 de junio de 2012
Hoy el cuerpo me pide hablar de nosotros. De ti y de mí, que siempre hemos
escrito en el mismo periódico y somos dos privilegiados porque tenemos un
salario digno a final de mes. De ti y de mí, y de él, que va con la cámara de
televisión al hombro, y de ella, que lleva un micrófono. De todos. Escribamos en
papel o en un soporte digital.
Hoy me pide el cuerpo —y el corazón, perdona si te parece ñoño— hablar sobre
todo de los que ya no escriben, ya no graban, ya no cuentan nada, ya no hacen
fotos, porque ya no tienen un periódico, ni un canal de televisión, ni una
emisora de radio que les respalde, porque han perdido su trabajo.
No me quiero olvidar de los que tienen empleo, pero cobran con retraso. O
reciben un sueldo precario, le dedican horas a este oficio, y ven cómo se
resienten sus relaciones personales, sus vínculos familiares, sin lograr que se
reconozca su trabajo.
Tú y yo nos metimos en esto por vocación. Porque entendemos el periodismo
como un compromiso con los lectores, o con los oyentes, o con los
telespectadores. Sabemos que el derecho a la información no es nuestro, es suyo;
de los que nos leen, de los que nos oyen, de los que nos ven por televisión.
En el edificio Botines de León, el 3 de mayo. Foto de CAMPILLO |
Estudiamos una carrera universitaria y bregamos a diario con el intrusismo
profesional. Con la baja consideración social, en algunos casos. Con el desdén
de determinados políticos, que nos miran con suspicacia porque les gustaría
controlar cada coma que escribimos junto a sus palabras. Esa es su idea de la
democracia.
Sabes que suscribo lo que ha dicho más de un compañero frente al edificio de Botines, detrás de una pancarta —¡periodistas, por primera vez, detrás de una
pancarta!— que reclamaba un oficio digno. «Sin periodistas, no hay periodismo. Y
sin periodismo, no hay democracia».
Estamos en todas las huelgas. Hablamos de todas las protestas. Recogemos
todas las quejas. Y nunca hablamos de nosotros. Hoy, por desgracia, la noticia
también somos nosotros, los periodistas. Los seis mil periodistas que han
perdido su empleo en toda España. Ya va siendo hora, compañero, de que lo
contemos
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