Atardecer en el Vaticano blog.darioalvarez.net/ |
CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Martes 4 de enero de 2011
Ahora que ha terminado el Año Santo y en Villafranca del Bierzo ha cerrado la Puerta del Perdón, donde ganan el jubileo los peregrinos que no pueden llegar a Santiago, voy a recordar aquí una historia de redención.
El cuerpo de Enrico de Pedis, asesinado en la Vía del Peregrino. Roma. 2 de febrero de 1990 nottecriminale.wordpress.com |
El 2 de febrero de 1990, siete sicarios acribillaron a balazos en la Vía del Peregrino al capo de la mafia romana Enrico De Pedis, que siempre estuvo bien conectado con el Vaticano, mientras esperaba a que su amante, Sabrina Minardi, terminara de comprar en una mercería. Sabrina Minardi era prostituta de lujo en la Italia del Banco Ambrosiano. Después de separarse de su marido, un futbolista aficionado a las actrices de tres al cuarto llamado Bruno Giordano, se acostaba con ministros y capos y hacía crecer la devoción por el sexo de algunos obispos con altas responsabilidades en las finanzas del Vaticano. Todo para seguir disfrutando del champán y los vicios caros.
Emanuela Orlandi, desaparecida. A la derecha, el arzobispo Paul Marcinkus, el banquero de Dios josepgmaynou.blogspot.es/ |
Emanuela Orlandi tenía 15 años cuando la secuestraron. No disfrutaba de vicios caros porque era hija de un funcionario del Vaticano. Tenía los cabellos largos. Y quería ser modelo. Una tarde, hace 27 años, no regresó a casa al salir del conservatorio y su desaparición se convirtió en otro enredo sin resolver en la madeja de Italia. Y no estamos hablando de una Italia cualquiera. Era la Italia de las Brigadas Rojas y la matanza de la estación de Bolonia. La del secuestro de Aldo Moro. Y la de los banqueros muertos; Roberto Calvi, ahorcado tras la quiebra del Ambrosiano, y Michele Sindona, envenenado después de acusar al propio Calvi y al arzobispo Marcinkus, del banco del Vaticano, de participar con él en oscuros negocios.
Sabrina Minardi, a comienzos de los años ochenta. www.wuz.it/intervista-libro/ |
Italia no ha cambiado. Pero Sabrina Minardi ya no es la misma. No se acuesta con arzobispos, ni banqueros, ni capos. Tiene 50 años y ha contado en un libro que la Banda della Magliana, la temible mafia romana, secuestró a Orlandi y la escondió en su casa para chantajear al Vaticano. Querían que Marcinkus les devolviera el dinero blanqueado desde el Banco Ambrosiano.
Sabrina cuenta que a la muchacha le habían cortado el pelo de forma obscena. Y que Enrico de Pedis acabó arrojando su cadáver a una hormigonera tras dos semanas de cautiverio. De ser cierto su relato, los huesos de quince años de Emanuela deben estar sosteniendo las paredes de alguna vivienda en Roma. Los de De Pedis, por el contrario, reposan en una basílica para altos prelados. Y sospecho que no precisamente por haber muerto, acribillado a balazos, en la Vía del Peregrino.
Basílica de Sant'Apollinare en Roma. Lugar donde está enterrado Enrico de Pedis multimedia.quotidiano.net/ |
Sabrina cuenta que a la muchacha le habían cortado el pelo de forma obscena. Y que Enrico de Pedis acabó arrojando su cadáver a una hormigonera tras dos semanas de cautiverio. De ser cierto su relato, los huesos de quince años de Emanuela deben estar sosteniendo las paredes de alguna vivienda en Roma. Los de De Pedis, por el contrario, reposan en una basílica para altos prelados. Y sospecho que no precisamente por haber muerto, acribillado a balazos, en la Vía del Peregrino.
Puerta del Perdón en Villafranca del Bierzo |
Pero qué tétrico te pones para despedir el año y recibir el nuevo. Será el frío y la lluvia,... en fin. Feliz Año Nuevo.
ResponderEliminarAna
La Navidad (salvo para los niños) me parece una fiesta un poco hipócrita. No entramos todos por la Puerta del Perdón. Así que he escrito de otra hipocresía todavía mayor. Lleva dos décadas en una basílica de Roma...
ResponderEliminarFeliz Año todo el año, de corazón. Pero te lo tengo que desear en persona, delante de un café y de paso hablamos de la asociación de la prensa. Un besote Ana.
la Iglesia católica está llena de contradicciones. Pero para esta historia hasta dan ganas de acercarse por Italia y recorrer esas iglesias, ¿no te parece?
ResponderEliminarLa columna me ha encantado. Haces lo que más te gusta hacer, contar historias. Y lo haces muy bien. Un beso.