Para los curiosos. Un estudio de portada para El agujero de Helmand, de Menoscuarto Ediciones |
LITERATURA Y REALIDAD
Coloquio-presentación de la novela El agujero de Helmand. Club de Prensa de Diario de León.
León. Martes 29 de marzo. 19.30 horas.
Un fotógrafo que ha pisado Afganistán y que nos enseñará algunas de sus imágenes, José Manuel López, una autora de novela negra que también es periodista, Noemí Sabugal, una poeta que escribe versos indestructibles (y qué casualidad, también es periodista), Ester Folgueral, un profesor de Lengua y Literatura que no se muerde (la lengua), Tomás Néstor Martínez, y el equipo que se encarga del suplemento cultural Filandón, el crítico Nicolás Miñambres, el escritor Luis Artigue, y Alfonso García, que ejecerá de moderador. A toda esta gente he invitado para presentar la novela que Menoscuarto Ediciones está empezando a distribuir en las librerías.
Presentará el acto el director de Diario de León, Pablo R. Lago. Y no faltaré yo, claro.
El editor tiene miedo de que no me dejen hablar...
...Pero antes tengo que viajar al norte.
EL AGUJERO DE SANTANDER. CICLO LECTURAS EN EL RÍO
Presentación de El agujero de Helmand, Premio Tristana de Novela Fantástica 2010.
Bodega del Riojano (Río de la Pila, 5)
Jueves, 24 de marzo, a las 20.30 horas.
Introduce el periodista y escritor Javier Menéndez Llamazares.
Y el círculo se cierra en casa...
EL AGUJERO DE PONFERRADA
Librería Bertrand (a punto de ser Casa del Libro).
Centro comercial El Rosal. Avenida de la Constitución. (La Rosaleda)
Jueves 7 de abril. 19.30 horas (por confirmar).
Presenta el director del Teatro Bergidum, Miguel Ángel Varela.
Y luego pisamos algunos bares...
ENTREVISTA de GUILLERMO BALBONA
El Diario Montañés. Martes 22 de marzo de 2011
"Lo fantástico es el territorio de la incertidumbre y del desasosiego"
De El agujero de Helmand, V Premio Tristana de Novela Fantástica del Ayuntamiento de Santander, se alabó su «concisión, amenidad, eficacia narrativa y profundidad». La primera incursión en el género del periodista y escritor leonés Carlos Fidalgo (Bembibre, 1973) ve la luz en Ediciones Menoscuarto. El autor presenta su libro el próximo jueves en el ciclo 'Lecturas en el Río', en la Bodega del Riojano.
-¿Cómo definiría su libro?
-Es una novela sobre la muerte y el tiempo, y sobre el círculo que forman en un paisaje pedregoso como el de Afganistán y en mitad de una guerra que se ha convertido en un callejón sin salida, como tantas otras.
-¿Considera que crear una atmósfera,una textura, una geografía física es esencial a la hora de narrar?
- En muchas ocasiones, intento crear una determinada atmósfera y la historia va surgiendo sobre ese fondo. El paisaje puede ser un condicionante o incluso un desencadenante. Pero no creo que sea esencial en una narración. También me gusta hurgar en los personajes y en sus motivos. Tienen su propio paisaje interior.
-¿El relato existía ya, o lo escribió pensando en el género y en el concurso?
-El relato parte de un suceso real, el descubrimiento de una fosa de soldados soviéticos en el Afganistán de nuestros días y en un lugar dominado por supersticiones ancestrales. Me pareció que podía llevar ese suceso a mi terreno y construir una historia de ficción. Lo que empezó siendo un cuento, se convirtió en una novela. Y sólo cuando vi que me acercaba al final de la historia, empecé a pensar que podía encajar en un premio como el Tristana.
-La idea cíclica, la de que el tiempo y la historia se repiten ¿es inherente a su ficción?
--Muchas de mis ficciones son círculos. Antonio Pereira decía que el final de un cuento está en su comienzo.
--Muchas de mis ficciones son círculos. Antonio Pereira decía que el final de un cuento está en su comienzo.
-El lenguaje periodístico ¿en qué medida está presente en su obra? ¿Es una rémora o lo contrario?
-Del lenguaje periodístico me quedo con la claridad. Pero la sencillez de una frase corta puede esconder un ritmo narrativo más literario. Escribo a base de párrafos y me gusta pensar que son unidades con vida propia, parecidos a las estrofas, aunque formen parte de una cadena narrativa. Intento eliminar lo que sobra y no ponerme 'estupendo' escribiendo. De todas formas, pienso que algunos géneros periodísticos como el reportaje y la crónica están más cerca de la literatura de lo que pueda parecernos. Se puede contar la realidad con las armas de la ficción. Creo que es al revés. El lenguaje literario influye más en mi trabajo como periodista que a la inversa.
-Esta semana coinciden en Santander Juan Pedro Aparicio, Julio Llamazares. Hace poco visitó la ciudad Luis Mateo Díez. ¿qué factores llevan a la profusa y fértil existencia de narradores/contadores leoneses?
-En algún lugar he leído que es el paisaje, aunque León es una provincia de contrastes. No es lo mismo El Páramo que el Bierzo, La Cepeda que La Cabrera. Aunque ya ve que yo me ido a miles de kilómetros para montar mi propia fábula...
-Lo fantástico, ¿es un territorio para proponer una f ábula moral?
-No ha sido mi intención construir una fábula moral. Lo fantástico es el territorio de la incertidumbre y del desasosiego. El territorio del misterio. Es algo más existencial. Aunque es verdad que la novela deja claro que la guerra deshumaniza.
-'El país de las nieblas', 'El agujero..' ¿hay en su caso un paisaje de lo oscuro, una idea de exploración en el enigma como metáfora vital?
-Volvemos al territorio del misterio. Lo que se oculta debajo de una piedra. Lo que no vemos por que lo esconde la niebla o lo arrastra una nube de polvo. Es una metáfora de la vida. O del final de la vida, que es volver al principio. Y sólo podemos intuirlo.
-¿Llegaría a plantearse abandonar el periodismo por la literatura?
- Me gustaría tener más tiempo para la literatura. Pero no abandonar el periodismo. Disfruto escribiendo. El periodismo es un esfuerzo por ordenar la realidad. No deja de ser una construcción aproximada porque la realidad nunca puede contarse del todo. Siempre se nos escapa algo.
-¿Qué uso hace de las nuevas tecnologías y qué territorio le augura al libro?
-Internet te acerca a las fuentes documentales y es una fuente en sí misma. Sin Internet, me habría sido imposible documentarme. Me he trasladado virtualmente a Afganistán y me he sentido un poco como Julio Verne, escribiendo de lugares donde nunca he estado. Internet y las redes sociales, aparte de ayudar a las revoluciones modernas, son una revolución en sí mismas. Son una herramienta fabulosa, aunque tengan el problema de la privacidad. Empiezo a pensar que los blogs, por ejemplo, pueden convertirse en algo más que un soporte, casi son un género literario propio.
-Memoria, tránsito...en el siglo XXI el oficio de narrar ¿responde a la necesidad primaria de contar historias?
- La necesidad de contar y escuchar historias es algo ancestral. Va en la condición humana. Necesitamos la ficción para vivir. Aunque siempre estemos contando las mismas historias con lenguajes y soportes diferentes.
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