En Colonia sucede todo lo contrario que en León. Pequeñas lápidas de latón recuerdan a las víctimas del Holocausto. Del blog www.cuadernosdecolonia.blogspot.com |
CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves 15 de marzo de 2012
Nadie sabe en qué año murió Daniel Redondo ni quién era, pero su nombre todavía puede leerse en el bordillo de una acera, en la calle del Maestro Uriarte, en el barrio de San Esteban de la ciudad de León.
Resulta que las aceras de esa cuesta están salpicadas de lápidas funerarias recicladas del antiguo cementerio de la carretera de Asturias y los vecinos pisan nombres desgastados de muertos y las fechas en que nacieron o murieron.
La mayoría de esa letras y esas fechas están picadas con un punzón para borrar la identidad de los fallecidos, según cuenta Marco Romero en este periódico. Y es como si murieran dos veces. Pero algunos nombres, como el del anónimo Daniel Redondo, han resistido a la acción de los punzones. Y también resisten algunas palabras graves —«sepultura perpetua» está grabado en otra de las lápidas— que sólo demuestran que la muerte no respeta nada y que ni siquiera una tumba es para siempre.
La cuesta del Maestro Uriarte no es el único lugar de León donde los vecinos pisan o han pisado mármol funerario. «Parece ser que en época de carestía económica, el Ayuntamiento aprovechó lápidas de mármol que no habían sido reclamadas por sus propietarios para pavimentar la plaza Mayor», afirma el archivero Alejandro Valderas. Y en el suelo de sus soportales, a los pies de los caminantes, estuvieron desde la posguerra hasta que las retiraron en los años ochenta.
Caricatura de ENEKO |
Estos días, con la crisis convertida en un saco roto en el que caben todos los recortes, la historia del reciclaje en la cuesta del Maestro Uriarte o en la plaza Mayor me parece una metáfora de lo que nos espera. Y me refiero a las medidas del Gobierno para reflotar la economía. En lugar de atajar el fraude fiscal —80.000 millones de euros en manos de empresarios que incumplen sus obligaciones, según los últimos cálculos— prefiere buscar dinero debajo de las piedras, presionar a los pensionistas que cobran en el extranjero y aprobar una reforma laboral que parece culpar a quienes tenemos empleo de que otros lo pierdan. Y me siento como si después de muerto, estuvieran picando mi nombre con un punzón para convertir mi tumba en una acera.
hola carlos aqui vera. se te echa de menos. bueno aunque no te escriba te leo. hay veces que quisiera contarte otras cosas que no tengan que ver con politica, problemas, etc. pero no va a ser hoy. porque ayer ya no encontre los arboles que siempre me saludaban en mi paseo hacia el mar. los han cortado. pinos altos y viejos y fuertes. 10, 15. porque las piñas caen sobre los coches debajo aparcados, mientras sus dueños juegan al golf...so el ayuntamiento tambien dueño del campo. porque ...hoy estoy triste
ResponderEliminarHola Vera. Siento que hayan talado esos árboles que tanto de gustaban. Gracias por dejar tus comentarios aquí.
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