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jueves, 30 de enero de 2014

Inventario

  
José Emilio Pacheco.

CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves 30 de enero de 2014

La poesía, decía José Emilio Pacheco, "no sé lo que es ni para qué sirve". Pacheco, que murió el domingo en un hospital de la Ciudad de México, era poeta. Y narrador. Y ensayista. Y crítico literario. Y periodista. Desde hacía 40 años escribía una columna en el semanario Proceso que llamaba Inventario.

En su último Inventario, Pacheco hablaba de su vecino y amigo Juan Gelman, que había fallecido unos días antes a la edad de 84 años. "Juan Gelman -escribía- nunca creyó que la poesía fuera capaz de frenar los tanques, silenciar las ametralladoras o romper la picana". La vida de Gelman, hay que recordarlo, estuvo marcada por el secuestro y el asesinato de su hijo y su nuera embarazada durante la dictadura argentina, y por el encuentro con su nieta, la niña nacida en el cautiverio, años después.

"Todos somos poetas", solía decir Pacheco, aunque no se atreviera a definir en qué consiste la poesía. Ni para qué sirve. Y leyendo lo que pensaba el autor de Las batallas en el desierto, uno se pregunta también para qué sirve la literatura en general y el periodismo en particular, qué utilidad tiene contar las cosas. Tengo claro que no se puede cambiar el mundo a golpe de versos, ni de titulares. Si acaso, dejar testimonio de su barbarie, como hacía Gelman.

 
Leí 'Las batallas en el desierto' en un avión.
Volvía de México.
 
 
"Todo acaba en polvo y ceniza, pero lo importante es lo que está en medio, lo que podemos hacer entre las dos oscuridades", reflexionaba Pacheco, que dejó escritas muchas palabras hermosas en ese intervalo luminoso de 74 años que fue su vida. El premio Cervantes de 2009 sólo tenía una ambición y era escribir bien. Escribir mejor cada día. "La lengua puede ser para quien sepa emplearla, algo semejante a la música del espectáculo, a los colores de la ropa y de las casas que iluminan el escenario", contaba del día en que, con ocho años, presenció una adaptación musicalizada de Don Quijote y nació su vocación literaria.

Y me doy cuenta de que en los versos del propio Pacheco está la respuesta a todas esas preguntas que nos hacemos los que alguna vez soñamos con ser poetas: "La poesía que busco/ es como un diario/ en donde no hay proyecto ni medida". "A mí sólo me importa/ el testimonio/ del tiempo que pasa".

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