15. El barco tardó diez días y diecinueve horas en llegar a Nueva York. Y aunque parezca extraño, no sufrió ningún accidente en las calderas, ni le azotó ninguna tempestad, ni se interpuso en su ruta ningún iceberg. Pero al concertista del salón de primera clase le parecía escuchar un repiqueteo metálico cada vez que deslizaba sus dedos sobre las teclas del piano.
El diablo del mar © Carlos Fidalgo"Tardó diez días". JULES FÉRAT |
15. El barco tardó diez días y diecinueve horas en llegar a Nueva York. Y aunque parezca extraño, no sufrió ningún accidente en las calderas, ni le azotó ninguna tempestad, ni se interpuso en su ruta ningún iceberg. Pero al concertista del salón de primera clase le parecía escuchar un repiqueteo metálico cada vez que deslizaba sus dedos sobre las teclas del piano.
"El pianista oía repicar". JULES FÉRAT |
Publicado en León al sol. Diario de León. Martes 13 de agosto de 2013.
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