"Una y otra vez, una y otra vez, hasta ponerlo en su lugar" |
33. "¿Se ha vuelto loco?", le preguntaron los obreros a su capataz cuando en vez de continuar con el desguace, vieron cómo se escupía en las manos, cogía un martillo del suelo y comenzaba a golpear el remache, una y otra vez, una y otra vez, hasta ponerlo en su lugar.
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El diablo del mar © Carlos Fidalgo***
Publicado en León al sol. Diario de León. Sábado 31 de agosto de 2013.
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